Al caballejo le cuesta avanzar entre los montones de nieve de la calle Fernán González, delante de la puerta de Coronería. Caen gruesos copos y el hombre cuida de sí mismo y de su mercancía, ha de llegar a su destino y no lo tiene fácil.
Adivinamos los relieves góticos, tal es la maestría impresionista del genial pintor. Es Sorolla y es una nevada imprevista de abril, en 1910. Y aceptó el reto de cambiar la paleta a colores pardos y blancos, aquí no hay mar, ni velas hinchadas al viento, ni niños mojados en la arena, ni naranjales o muchachas con flores. Pero venció, a pesar del frío; se lo cuenta por carta a su mujer Clotilde, qué gran mentora.
Pintó la Catedral de Burgos con nieve por fuera y con temperatura glacial por dentro: Coronería, Pellejería, la capilla de los Condestables, una imaginaria procesión y un cielo diferente.
Los canónigos le prestaron un solideo para abrigar la cabeza, qué cabeza la suya. Y qué ojo.
Ahora podemos contemplarlos en una exposición temporal, en la misma Catedral. No os lo perdáis. Después de retratos de gente acomodada y paisajes muy valencianos, con naranjas y muchachas de típicos trajes floridos, giramos y nos colocamos ante la austeridad pétrea de la Catedral de Burgos, con nieve y cielo gris, un contraste que nos hace gozar aún más de la pintura de Joaquín Sorolla.
Ya ve, Sor Austringiliana, sin miedo a los colores.
María Ángeles Merino
https://catedraldeburgos.es/2024/11/27/todo-listo-para-la-inauguracion-de-pintar-sin-miedo-joaquin-sorolla-y-la-valencia-de-1900/
De los retos a las personas indicadas salen las mejores obras de arte, siempre.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Grandes retos en personas grandes. Saludos, J.
ResponderEliminarM.A.
Interesaanates las exposiciones que van pasando por Burgos. No todo va a estar en Madrid.
ResponderEliminarHoy iba a ver una exposición que tenía que ver algo con Sorolla, pero he dicho a mis antiguos compañeros y compañeras de trabajo, que el día estaba muy frío, así que me quedo sin verla.
Es la ventaja que tiene Burgos, a pesar del frío y la nieve, se puede ir andando o en pocas paradas de autobús a todos los sitios, pero Madrid, ya es otra cosa y más sino vives en el centro.
Besos
Madrid agobia, lo comprendo. Y valoro la paz provinciana.
EliminarA ver si puedo visitar algún día la casa de Sorolla, en Madrid, en tu compañía.
Besos