miércoles, 10 de diciembre de 2025

¡Que os dejáis al Niño!



Esta mañana, en la Plaza del Rey San Fernando, enfrente de la Catedral de Burgos, montaban un Belén con luces. Llovía y no apetecía pararse, pero vi la cuna  solitaria en medio del chaparrón y  no me aguantaba sin advertir: "eh, que os dejáis al Niño". Los electricistas me miraban con guasa. 

No cualquier niño sino el Niño, con mayúscula. Un Niño Dios me enseñaron, un "divino niño", Jesús que se hace hombre y empieza como cualquiera, de niño chico. Jesusitos en casa, en la escuela, en todas partes; era niño como nosotros y por eso le queríamos tanto y le dábamos el corazón. Y le abrigábamos en el pesebre, qué frío, pobre. 

Y la directora del colegio nos enseñaba francés y cantaba villancicos con voz aflautada:  "Il est né le divin enfant...". Nos contaba que estudió con monjas francesas, eso sí era finura y educación. Nunca tuve claro si estudió en Francia o en las benedictinas de Palacios de Benaver, qué más daba, hubo un tiempo en que España estaba llena de colegios de monjas francesas para niñas bien, o un poco mejor. 

Los instaladores siguen con el portal, lo último será esa extraña cuna, no hay prisa y la criatura no va a llorar. Yo me voy canturreando en francés lo mismo que cantaba doña Lorenza: 

"Il est né le divin enfant
Jouez hautbois, résonnez musettes
Il est né le divin enfant
Chantons tous son avènement..."

Ya veis: ha nacido el divino niño, que suenen los oboes y resuenen las "musettes",  cantemos todos su llegada.

Cantemos para sentirnos niños. 

María Ángeles Merino

 


sábado, 6 de diciembre de 2025

Las luces llegan hasta aquí.

Ahora las luces de Navidad llegan hasta aquí,  hemos ascendido. O han estirado la Avenida del Cid de consumo: hasta la Salle hay compras navideñas, Cortefiel y Hermosilla; más allá para qué quieren luces, ni siquiera es camino del hospital, el Yagüe es un frondoso herbazal. Y me salen rimas sin querer, a Bécquer no le gustarían.

Bares, oro, bancos, telefonía, bazares y demás. Muchas fruterías. Y, al final, una funeraria. 

Luces. A mis plantitas les da igual, esa luz no les sirve para nada.

María Ángeles Merino Moya en Burgos.

viernes, 5 de diciembre de 2025

Luces y palabras de poeta.


 Burgos, 4 diciembre 2025.

Y, en la calle de la Paloma, los instaladores colgaban las luces de Navidad y uno de ellos recitaba a Machado.

 Palabra. 

"Caminante no hay camino, se hace camino al andar" decía a su compañero. 

Don Antonio hubiera sonreído en el cielo de lis poetas.

Palabra.

Soy de poco espíritu navideño, pero a veces me vuelve la ilusión infantil, la de la niña que vivía en Paloma 29. 

Quedan muchos cables por colocar. Y bombillas.  

Ya ve, Sor Austringiliana, luces y palabras de poeta.

María Ángeles Merino Moya

lunes, 1 de diciembre de 2025

Atardecer de uno de diciembre.




 Hace cinco años, uno de diciembre, paseaba con mi sobrina Paola, envueltas en un atardecer de fuego, rojo, rojo, junto al puente, mira qué nubes, a ti te salen mejor, haz tú la foto. 

Y ahí estoy, también de colorado, capucha y la mascarilla no andaría lejos, seguro. Pasa el tiempo, vuela. Uno de diciembre, no sé lo que traerá hoy el atardecer...

Ya veis, los incendios del cielo. 

María Ángeles Merino

Y lo que trajo fue algo semejante, pero creo que llegué tarde a los incendios.