El mes de junio era el mes de la tila, la de los tilos junto a mi ventana y la de la taza que combatía mis nervios de estudiante.
Otro rinconcito para María Ángeles Merino, en diálogo con su Sor Austringiliana.
martes, 30 de mayo de 2023
Tila, tilos y el pobre Schubert
El mes de junio era el mes de la tila, la de los tilos junto a mi ventana y la de la taza que combatía mis nervios de estudiante.
lunes, 29 de mayo de 2023
Colores y votos en mi viejo cole
Hecho. Disfruto de los colores que ahora luce mi viejo cole, el CEIP Río Arlanzón. Del general superlativo ni el fantasma, afortunadamente. Les he deseado suerte a todos, los colores.
martes, 16 de mayo de 2023
Calle, geranios y tilos con luz de tarde
Ni una cerilla
No me gustan los cumpleaños, pero llegado el día lo celebré con la familia. No encontrábamos un mechero ni unas cerillas para las velas, sólo una caja de fósforos ya inservibles. Ya no se enciende ningún fuego en casa. Hubo que arrimar un papel a la vitrocerámica.
domingo, 14 de mayo de 2023
Rosales silvestres, los de 2020 duermen en los de 2023.
Vamos con los recuerdos, con los rosales de 2020. El 20 de mayo de 2020, a las 8:22, escribí el comentario:
martes, 9 de mayo de 2023
Mujeres en la cantina.
El retrato conjunto de ocho grandes mujeres me llamó la atención en una cafetería de mi ciudad, en una calle más bien de paso, pero con nombre grande: Antonio Machado.
Ya ve, Sor Austringiliana, los matices de una cantina. Y ocho mujeres grandes en ella: Clara Campoamor, María Zambrano, Concepción Arenal, Lauren Bacall, Victoria Kent, Virginia Woolf, Rosa Chacel y Concha Méndez.
María Ángeles Merino
viernes, 5 de mayo de 2023
Está verde pero amarillea
Está verde pero amarillea. Está verde pero preocupa a la gente que, de verdad, entiende el campo. Y no digamos a la que vive de él. Así me lo dijeron en abril.
Como todo caballero andante
Cervantes y el árbol del amor, en un paseo burgalés.
Como todo caballero andante llevo en mi montura.
La pena y la alegría más una fe inquebrantable mezcla de locura y sabiduría.
Digan los necios que no vivo en este mundo.
Digan los entendidos en médicas artes que tengo la razón pérdida.
Soy un hombre que creo su universo y por ello a Dios cercano
Que fue el mismisimo alquimista maestro de magos, quien le entrego de sus manos en una noche sin luna y tozuda febricula.
El mistico pergamino con las leyes sempiternas de la caballería, invisible a los ojos de los no iniciados.
Lanza y montura conjuradas,bajo un sol de justicia en unas manos justicieras.
En el aquelarre de su cabeza solo él puede destapar las amenazas, ocultas por los velos de la magia negra.
Desfacer entuertos y agrandar su leyenda dando loas a su Señora.
Acabar fatigado el día y llegada la noche ya al abrigo de la albarrada,bajo las estrellas soñar.
Soñar con su dama, la más gentil y con la sonrisa mas bella.
El dolor de no poder abrazarla y la dulce calma de saber que nunca dejará de tenerla.
Y en confidencia bajando su voz templada, cuenta a la redonda luna, tal vez ella y seguramente solo ella sea la única razón de mi existencia.
Y por su nombre en su arcana lengua de susurros plata está le llama.
Gran honor solo destinado a los elegidos que en buena hora tomaron sus amorosas armas.
Solo por ella y yo por ti mi caballero,pues el amor no engaña, ayer mi blanco corazón era tu corazón y hoy todo es ella.
Y al alba carmesí, abandonar el dormir y la pereza.
Apagar la agonizante hoguera.
Volviendo a la grupa y a la vida.
No trotes compañero ve al paso,l o importante siempre espera.
Que tus cascos hagan fuerte y lento resonar los cielos.
Olvida el galopar de jóvenes corceles.
A ninguna parte los errantes hemos de llegar,ni nos echan de menos ni nos esperan.
Paso a paso haremos nuestro camino Camino y camino y nada mas.
Lágrimas serán rocío que darán fragancia a las mañanas.
Caminaremos para un alfombrar de flores los ayer oscuros y yermos paramos del olvido.
Que un día hechizo el nigromante enemigo.
Camino y camino,no necesito nada mas.
Pues todo demás va a la grupa conmigo.
Agustín Merino
jueves, 4 de mayo de 2023
Ruyales ru, ru, ru.
Es Palacios de Benaver, un pequeño pueblo del páramo burgalés.
Leo y espero el autobús.
Mientras leo y espero el autobús, el soll juega con el agua de la fuente. ¡Qué más al final de una mañana de mayo! El suelo estaba sucio pero no lo veía.
¡Quién fuera poeta!
Ya ve, Sor Austringiliana, en el mundo hay poetas y comedores compulsivos de pipas que escupen cáscaras. Y gente como yo...
¿Cómo soy yo? Infinidad de taxonomías pero no sé si encajo en alguna. Nos creemos diferentes, qué ilusos...
María Ángeles Merino