Calle Santander de Burgos, como antes, no falta ni la perrita Luna. Y con mascarilla.
El 18 de junio de 2020, a las 19:12, escribí el comentario:
Salíamos a por lo básico, escopetados y como si algo se nos fuera a caer encima, deprisa deprisa por la calle de toda la vida que de repente se había vuelto extraña y peligrosa.
Ahora nos hemos relajado y cometemos imprudencias, aunque sabemos que no debemos bajar la guardia. Nos queda "mucha nueva normalidad", mucha mascarilla e hidrogel, muchas colas para todo, actividades colectivas pocas y restringidas...Tenemos "mili" para rato.
¿Aprender? Siempre queda alguna enseñanza cuando las pasamos canutas. Y sale a la luz lo mejor y lo peor.
Seguimos aquí.
Ya ve, Sor Austringiliana, el día a día de la primavera del coronavirus.
La calle Santander de Burgos estaba como antes, solo el detalle de la gente con mascarilla. No podía faltar la perrita Luna.
Y me fui a tomar un café, en una terraza, con un libro viejo (Miau de Galdós), un libro nuevo (Terra Alta de Javier Cercas) y el frasquito de gel hidroalcohólico.
Y me fui a tomar un café, en una terraza, con un libro viejo (Miau de Galdós), un libro nuevo (Terra Alta de Javier Cercas) y el frasquito de gel hidroalcohólico.