Mientras leo y espero el autobús, el soll juega con el agua de la fuente. ¡Qué más al final de una mañana de mayo! El suelo estaba sucio pero no lo veía.
¡Quién fuera poeta!
Ya ve, Sor Austringiliana, en el mundo hay poetas y comedores compulsivos de pipas que escupen cáscaras. Y gente como yo...
¿Cómo soy yo? Infinidad de taxonomías pero no sé si encajo en alguna. Nos creemos diferentes, qué ilusos...
María Ángeles Merino
El repaso de la taxonomía ya es un poema y lo es tanto para los que esperamos el autobús como para los que comen pipas y escupen las cáscaras.
ResponderEliminarSaludos
Opino como Francesc sor Austri, ya tiene toda la poesía en los cuatro aforismos que nos deja en esa entrada.
ResponderEliminarToque de tocas.