Parece mentira que venga el calor con el frío que hace y el viento que mueve las hojas de mi árbol más cercano. Que sea uno de mayo, que mañana me den permiso para salir pero nena en casa a las diez y que junto a las gotas gordas del coronavirus nos lluevan mensajes de odio. Que gente con dos dedos de frente diga cosas como que el presidente ha matado a los viejos para ahorrarse las pensiones. Que nuestros políticos no cesen su campaña electoral permanente y biliosa mientras el virus sigue matando y sabemos lo que vendrá después.
Nos arrearán desde un lado y desde el otro. Paciencia.
Feliz día de todos los trabajadores.
Ya ve usted, Sor Austringiliana, el día a día de la primavera del coronavirus.
Entramos en invierno y salimos en verano...
ResponderEliminarComo dice el hermano Pedro, entramos en este enclaustramiento perpetuo, cuando la noche y el día, aún no habían cumplido sus mitades y ahora es la luz, la que domina sobre las tinieblas y a algunos, bastantes, parece que se les está anublando el entendimiento por que , a qué ton, nos sacan eso de echarle la culpa de todos los males al que lleva el timón de esta nave, si el que infecta es el maldito virus. Es como si en el convento, la muertes que ocurren, las culpas se las echasen a la reverenda madre. Los hay que han perdido el oremus. Señor, señor, danos clarividencia y paciencia.
ResponderEliminarToque de tocas
La sor Pardilla.