Pisar tierra y hierba, escuchar a los pájaros, somos seres naturales nos esponjamos en ella. Ahora los pájaros cantan como nunca, son las avecillas del prisionero, que no haya ballesteros. Siempre me gustó el romance del prisionero.
Dele Dios mal galardón.
Ya ve, Sor Austringiliana, el día a día de la primavera del coronavirus.
Lectura y migas de pan.
Lectura y migas de pan.
Ah, cómo se nos ha ensanchado el ánimo con solo pasear un ratito...
ResponderEliminarAhora ya estamos sor Austringiliana, bajo libertad vigilada. Hemos avanzado un poco, pero hay que seguir en alerta por si acaso.
ResponderEliminarToque de tocas e la sor Pardilla