Dije: Todo ya pleno. ¡Las doce en el reloj! Iba paseando y robando palabras. Me faltaba un álamo que cantara a coro con los pájaros. ¡Un álamo vibró! Con las pelusas de junio, imposible. Perdone, señor Guillén, sigo con el robo y le regalo una brizna de inmortalidad.
Ya ve, Sor Austringiliana, robo de palabras y briznas de inmortalidad. ¿Por qué algunos versos, o sus retales, nos los quedamos para siempre?
María Ángeles Merino
https://www.poesi.as/jg28050.htm
"El mundo está bien hecho" de Beato sillón. Jorge Guillén
ResponderEliminarSor Austringiliana, siempre me gustó este poema y el poeta Jorge Guillén es uno de mis preferidos, junto con Salinas y Cernuda.
Está hoy muy poética.
Tengo días. Hay días de cántico y otros...
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