El libro y el río me leen.
El verano del Quijote, el de Muñoz Molina, es también mi verano, llevo años...
El río, el pequeño Vena, corre encajonado muy cerca de mi casa, Llevo años...
Leo un poco. Llevo años...
Pasan un abuelo y una abuela, no muy mayores, con su nieto, creo. El abuelo explicotea no sé qué al niño, uy, esa voz la conozco, era un "chico de mi clase", un tanto pedante, persona de orden. Me viene a la cabeza una anécdota de estudiantes y de "grises" en la calle Vitoria y a quien le castañearon los dientes. Seguro que ya no te acuerdas, R. Los recuerdos me leen. Llevo años...
La luz del atardecer dora el agua del cauce molinar y del río. El agua me lee. Llevo años...
Ya ve, Sor Austringiliana, me leen. El libro, el río y la avenida de los Reyes Católicos. Y los recuerdos.
¿Por qué insisto tanto en los años que llevo?
María Ángeles Merino
Es una buena lectura, de la que daremos cuenta bien pronto.
ResponderEliminarPara leer y leerse, y el Quijote siempre al lado. Muy buena.
ResponderEliminar"El libro y el río me leen" y por supuesto, tú a ellos también.
ResponderEliminarEl Vena, también lleva años contigo
Los recuerdos también te van leyendo.
Qué no falte la luz del atardecer, siempre igual y tan distinta..
Esos años que llevas, son distintos y sin embargo, tan iguales...
Besos
Son vida, pasan, como el agua del río. Y los libros nos leen, nos reconocemos en otras vidas.
ResponderEliminarBesos