Cierro la última página de tu último libro, Almudena. Último último.
Ya ve, Sor Austringiliana. Nunca me había despedido así de un escritor. Aparte de la historia distópica, que, bueno, no es lo mejor de Almudena, ni mucho menos, hice el esfuerzo de leer, entre líneas, las difíciles circunstancias que estaba viviendo, qué grande la Grandes. El dolor y el miedo se cuelan...Ella siguió escribiendo hasta que tuvo que dar el relevo a Luis.
María Ángeles Merino
Aunque siempre es triste despedir a un escritor que nos ha acompañado, nos deja la relectura de sus obras.
ResponderEliminarEn las relecturas los mantenemos con vida, al menos en el sentido romano de la inmortalidad: caminante, di que la tierra me sea leve. Releeremos a Almudena Grandes.
ResponderEliminar