jueves, 21 de septiembre de 2023

Leemos para ser felices.

 


"No leemos para ser interesantes. Leemos para ser felices. Coge uno trae otro".

¿Para qué leemos? 

Desde luego, para ser interesantes no. ¿A quién quiero yo interesar?  Felices sí, al menos una parte de felicidad.

Ayer, junto a una peluquería "vegana", en la calle San Juan de Burgos, en el camino de Santiago, me encontré con un puesto de intercambio de libros, animaban a coger un libro y dejar otro. Ofrecía 'Cinco horas con Mario', nada menos que Miguel Delibes. Incluso pensaban  en los niños, con un tebeo. 

Y dentro, mirad los interrogantes:

"Ante ciertos libros uno se pregunta: ¿quién los leerá?"

"Ante ciertas personas uno se pregunta:¿qué leerán?"

Me fui a mi paseo pensativa: quién lee ciertos libros, qué leerán ciertas personas si es que leen algo.

Cuando es posible, ya os he contado que me gusta leer paseando. Abrí el episodio 'Los apostólicos', con mi amigo Benito Pérez Galdós entré en la casa de Benigno Cordero que leía a Juan Jacobo Rousseau y en el  'Emilio' buscaba una respuesta a sus amores con su "hormiguita" Solita, tan sola. Un personaje que buscaba la felicidad en un libro, un católico liberal, rousseauniano y tan benigno como un cordero, qué bien elegía los nombres el autor de los Episodios.  Nacionales. Y la lectora es feliz durante ese ratito de buena lectura. 

María Ángeles Merino

https://es.wikipedia.org/wiki/Los_apost%C3%B3licos

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