lunes, 10 de diciembre de 2018

Colores



Google maquilla mi otoño. 

miércoles, 5 de diciembre de 2018

Resiste


Resiste

miércoles, 28 de noviembre de 2018

viernes, 20 de julio de 2018

Hoy es noche de campanas.


Oración primera. el sol bendeciendo las aguas. 
Pintura presentada al concurso AXA, en Burgos, el 7 de julio de 2018.

Hoy es noche de campanas.
El campanero se inunda de creciente luna.
La luna heraldo con su luz le besa.
El campanar grande rasga el velo de noche y silencio.
Sobre el viento cabalga la voz del bronce eterno.
El tañido como llamada, los repicares como lamento.
El polvo plata de luna viaja por los cielos.
Despertados los Arcángeles del olvido.
Que guardan al atardecer el horizonte cerrando sus alas.
La ciudad se borra, solo quedando campanarios.
Y entre sonar y sonar mil silencios que alaban los vacíos cielos.
Hoy es noche de campanas.

(Agustín Merino)

Cuando llegue a mis ojos el mirar cansado.
La falta del mirar inquieto.
Cuando llegue el mirar derrotado.
Dejarles cerrar es todo lo que les pido.
Cuando la vida deje de golpearme cada mañana.
Y cesen las estrellas de pedirme que no deje de acunar lunas.
Es momento de no hacer ruido, para no despertar  los cerrados ojos, que de eternidad nos visten.
Es ahora que aún tengo la inmortalidad de la avariciosa palabra
Cuando te digo quiero seguir, mientras mis ojos sigan sedientos.

Campanero sigue en tu oficio y haz un canto de tu tañido y no un lúgubre esperpento de la vida, no vida.

(Agustín Merino)



domingo, 24 de junio de 2018

Heridas de aquel árbol





¡Así está ahora!


Muestra su herida.

sábado, 23 de junio de 2018

La luna heraldo, sobre el respirar del espíritu del fuego.


Creciente 

Al conjuro de luna en la noche más corta.

La luna heraldo, sobre el respirar del espíritu del fuego.

Los recuerdos y sus vilezas arden.
El aroma de la oscuridad te embriaga naciendo las rojas rosas del fuego.
Efimeras se alzan danzando bajo la música del aire que exhalan.
Al hechizo de luna y bendita ponzoña de las rosas del fuego.
En la boca nace un nombre que camina hacia tus adentros.
La hoguera es fuera el fuego interno.

Noche de San Juan

(Agustín Merino, pinturas y poema de guasap)

Decreciente o menguante

domingo, 29 de abril de 2018

Y empezó el viaje de su vida hacia atrás



Un día desde el corazón, mi padre quiso volver sobre un tiempo en el que la dureza de la vida en la España que le tocó vivir no le permitió disfrutar. 

Y empezó el viaje de su vida hacia atrás y le llevó al Burgos que fue y, cómo no, quiso saber más y más allá de sus vivencias e indagó e investigó en diferentes archivos y, una vez destilado en el alambique de unos ojos desgastados, cada gota producida se publicó en el Diario de Burgos.

Cuando las gotas desbordaron las recogió en un cuenco al que llamó libro. Y tal vez su niñez pérdida regresó, e hizo tomar prestada de Verne la mágica cifra de 24.000, "24.000 días en Burgos" .

Instrucciones de uso:

Tómese el cuenco, con ambas manos, en señal de amor y respeto.

Bébase a sorbos, en ese dulzor tibio del pasado.

Si sigue las indicaciones, será arrebatado por la magia y se sumergirá en él y puede que hasta logre reconocerse en alguna de las vetusta fotos que le ilustran.

Decídase y sentirá la ponzoña de unos tiempos pretéritos que nos hacen sonreír, pero que en ningún caso, por más amor que rezumen de las manos del, autor, han sido mejores.

(Agustín Merino hijo)



Plenilunio de la noche más sedienta.


La noche

Confidente, espía amante,
en oscuras sábanas de seda.
Sonidos de suaves susurros.
La vida se dibuja en lunas,
respiradas por los amantes 
que en sus ceremoniales se inician.
Las runas de los arcanos dioses labradas sobre la piel.
Salmodias y letanías hechas olas que rompen en espumas.
Cada noche es un milagro que en plata se licua.
Bocas redondas abarcando senos de luz.
Mientras sus pupilas crecen al cielo
llamando a la tormenta
Abriendo las torrenteras de sedientas aguas.
Plenilunio de la noche más sedienta.
(Agustín Merino)

viernes, 23 de marzo de 2018

Violetas: "Ella se entristece si la toco yo"






Ya ve, Sor Austringiliana, las primeras violetas. 

Las estuve buscando donde siempre. 

La flor humilde que me decían mis maestras. 

La que se esconde. 

La flor tímida.

"Ella se entristece si la toco yo." 

Las canciones ñoñas del colegio.

¿Por qué nos enseñaban esas tonterías?

¡Qué hermosa la violeta! 

¿Humilde? 

Se protege, lo más natural. 

Pequeña y guapa.


viernes, 9 de marzo de 2018

Aitana, niña Aitana.


Para mi sobrina nieta Aitana que hoy cumple diez años:


"Aitana, niña Aitana
fuera yo quien moviera
para ti eternamente
las auras más dichosas
quien peinara más luces
y alisara más rosas
en tus pequeñas alas
de brisa mensajera."


Rafael Alberti



Con cariño de tu tía grande María Ángeles

jueves, 8 de marzo de 2018

8 de marzo. Yo no pido perdón.


8 DE MARZO

Yo no pido perdón
Yo no pido la vida que me deben.
El corazón no tiene rodillas para postrarse
No junto las manos para rezar, cierro los puños y los levanto
No susurro oraciones
Arde mi orgullosa voz y mi palabra
Exigiendo sin llanto 
Yo no pido perdon
Yo no pido tu indulgencia
No quiero un cielo con cerrojos,
No quiero murallas, ni puertas,ni aldabas
Quiero llenar mis venas de mi vida y las reconozca
No quiero pedestales de arena
Ni oro en las cadenas
Solo quiero tu respeto y vivir como yo quiera
Descuelga todas las cruces que gobiernan las cabeceras
Quiero caminar descalza, contando las baldosas
Y tu te pongas mis zapatos 
Y me ayudes a contarlas
(Agustín Merino) 

miércoles, 7 de marzo de 2018

¡La enterraron con sus platos y sus cazuelas!


Mire, Sor Austringiliana a esta mujer tardorromana de la necrópolis de Cabriana, cerca de Miranda de Ebro (Burgos). Ahora está en el Museo de Burgos.
¡La enterraron con sus platos y sus cazuelas! ¡Y sus pulseras! 
¡Hasta la muerte!
¡Feliz día de la Mujer a todos!
Ya le explicaré lo que es eso, Sor Austringiliana. 

sábado, 3 de marzo de 2018

Florecerán










Mire, Sor Austringiliana, los almendros del Parral que todavía no han florecido; pero florecerán. 

En Burgos siempre hay que esperar un poco más.


Se puso a llover.

sábado, 24 de febrero de 2018

Un café y un recuerdo para Forges que tanto nos hizo sonreír.


Mientras hacía la comida, me tomé un café y recordaba a Forges  que tanto nos hizo sonreír. Pelín triste, Antonio. 

Ya ve, Sor Austringiliana, se ha ido al cielo derechito.


22 febrero 2018

miércoles, 21 de febrero de 2018

En ti estás todo, mar, y sin embargo, ...

Pintura de Agustín Merino



(Diario de un poeta recién casado, 1916)


En la noche que calma y aquieta
Aterciopelada en profundos respirares de luna
Ignoras tus azules heridas, pues no las sientes
Tu soledad tan inmensa escapa a la muerte
Mis pensares cabalgan olas de espumas junto a los tuyos
Sin descifrar las deidades que nos desmiembran y mutilan
Un corazón de agua permanece y en besos pulsa aferrándose a la vida
Naces mar sin saber que ya naciste, en el nácar del olvido conjugado
En los corales del desrecuerdo
En todas las memorias de la negra ausencia

(Agustín Merino)

viernes, 16 de febrero de 2018

Batería baja. Necesito cafeína.


Batería baja.
Necesito cafeína.

Sor Austringiliana no conocía la cafeína, tal vez alguna hierbecilla estimulante.

El café mejor si es en compañía y con conversación. 

Un abrazo si alguien entra aquí y escribe algo.

domingo, 11 de febrero de 2018

Qué hago mirando que no llueve.

Óleo sin acabar de Agustín Merino.

Qué hago mirando que no llueve.
Como ver la lluvia que me recorre.
En agua los cielos abren.
Universal es el diluvio que me diluye.
El mundo cede en metal de fuego frío.
Qué hago mirando que no llueve.
Tal vez esperar fugaces estrellas, pero es de día.
Tal vez pueda verlas si dejo a la lluvia inundar mis  ojos.
Qué hago mirando que no llueve.
Si ya sumergido en mis profundidades.
Solo desnudo despojado de todo.
Respiro mis respirares para seguir respirando.
Qué hago mirando que no llueve.
Como un guerrero vencido.
Empapado de infinita derrota.
Qué hago mirando que no llueve.
(Agustín Merino)

sábado, 3 de febrero de 2018

Unas hojas mecanografiadas y pasadas por la multicopista. Átomos del pasado.





Un antiguo alumno mío del Colegio Público Licenciado Domingo de Aguirre de Legazpi (Guipúzcoa), Miguel Ángel Rábago, me prometió mandarme las fotos de un trabajo que hicieron en séptimo de EGB, sobre unos fragmentos de "El Camino" de Miguel Delibes que todavía conservaba en casa de sus padres. Me dice ahora que lo prometido es deuda y aquí los tengo.
En aquella época, años ochenta del siglo pasado, no se hacían fotocopias en los colegios. Se mecanografiaba en un cliché y se pasaba a una máquina llamada multicopista, Ciclostyl o vietnamita.

A mí me gustaba tanto "El Camino" que copié los fragmentos que pensé que más iban a gustar a mis alumnos, niños y niñas de unos doce o trece años. A continuación, incluía un pequeño comentario de texto sobre lo que habíamos leído. Recuerdo que disfrutaron mucho con las peripecias del Mochuelo, el Tiñoso y el Moñigo.
Reconozco esas hojas mecanografiadas con dificultad, chapucerillas, nunca aprendí a escribir con todos los dedos. Corregía las faltas e incluso añadía palabras a mano, lo que no había salido bien en las copias. Ya me hubiera gustado entonces disponer de los medios de que dispuse después, fotocopias a mi disposición.
Estas hojas me han alegrado el día, para mí son un tesoro recuperado. ¡Gracias Miguel Ángel!
Hace unos años lo recordaba en mi blog:
"En aquellos tiempos de la EGB, mis alumnos de entonces, regocijados en la traviesa compañía del Mochuelo, el Tiñoso y el Moñigo, los de "El camino" de Miguel Delibes. La lupa, el sol y la negra panza del gato. Y "esperar al rápido dentro del túnel con los calzones bajados".
https://aranitacampena.blogspot.com.es/…/el-placer-de-la-le…

De vez en cuando recuperamos átomos del pasado. 

María Ángeles Merino Moya

sábado, 27 de enero de 2018

Antonio José: "Pavana triste".


Mire lo que me ha pasado esta tarde, Sor Austringiliana. 

Hoy he llorado con esta Pavana Triste, un documental que narra la vida del compositor burgalés Antonio José Martínez Palacios y traza un paralelismo entre el transcurrir vital y creativo de Antonio José, miembro casi olvidado de la generación musical del 27 y asesinado al comienzo de la guerra civil, y la España social y política del primer tercio del siglo XX.

Su vida entregada a la música, nunca tuvo una estabilidad económica que le permitiera casarse con su novia Consuelito.



Música tan grande que engrandeció las tonadillas populares burgalesas. 

Su muerte. ¿Por qué su muerte?

"No lo captaron", me quedó con esa frase del documental. No lo captaron y lo odiaron por ello. 

Hoy ha tenido lugar el primer pase público, le agradezco a Gelu que me avisara. Gracias, amiga.

Hacia mucho tiempo que no lloraba en el cine. 

María Ángeles Merino



viernes, 26 de enero de 2018

El hierbajo



El hierbajo florece al sol del invierno.

Sus flores rosadas son un desafío.

Aquí estoy.


...húmedo y rosado de sabor inmenso (cuadro con poema)


Óleo a la espátula de Agustín Merino.


Cosas de mi hermano Agustín. Dice que por qué no lo publico. Ahí va:

..húmedo y rosado de sabor inmenso,
ávido de ser amado.
Hermoso delicado, cálido y  apasionado,
esperando en olas.
Suave y dulce en la calma y en la tempestad señor de tus adentros, inolvidable es la palabra.
Indomable cuando a ti me acerco,
hasta saciar las ganas y saciarse,
que te atrape mi boca y no suelte,
poco a poco y suavemente, apenas rozando,
hasta que te abras y me pidas entrar hasta tus adentros.
Camino a lugares sagrados invocado a dios como letanía,
provocando hacer estallar el universo confinado entre nuestros cuerpos.
Y tu boca me reclame que lo llene.
La mía responda me derramare en ti después cuando ya seas toda jadeos. 
Y ya no puedas más.
Mas fuerte acometer tus adentros hasta encontrarme haciéndome líquido en ti.
Y ya dejándome ir llenarte llenarte llenarte. 
Llenarte de mí.

(Agustín Merino)

miércoles, 24 de enero de 2018

Los arcángeles del olvido


Óleo a la espátula de Agustín Merino

Mire usted, Sor Austringiliana, lo que me envía mi hermano a través del móvil.

Desde mi lugar, donde algo en mi no se alcanza.
Escucho caer lluvia pasada
y un rayo de sol que no llega.
Aun  bañándose en sus murmullos.
Luz mojada que no baila tal vez la música no acompaña.
Por el espeso aire, tal vez demasiado aire.
Licuados los recuerdos hasta gotas de olvido,
sueño vivo que no llega.
En surtidor que fue, te atraviesa pero sientes que no ha sido.
Entre el día y la noche un eterno atardecer alzándose sobre el horizonte.
Poblado por los arcángeles del olvido.

(Agustín Merino)

domingo, 21 de enero de 2018

Alguien dijo alguna vez que todos los versos se alojan en la piel del que los escribe.


Pintura de Agustín Merino

Mi hermano Agustín me envía estos versos a través del móvil:

Alguien dijo alguna vez que todos los versos se alojan en la piel del que los escribe.

Y dando la vuelta a la piel hay nombres que la habitan.

Nombres que un día fueron respirados.

Mas allá de un manto de oxigeno y nitrógeno que no necesitamos.

Elegimos el aire hecho nombre y sed.

Un manantial de besos prohibidos, donde ahogarme y ser ahogado.

Elegir emborracharme de tus aguas, cubrir mi cuerpo de escamas doradas.

Ser pez y no querer aire.

Todos llevamos bajo la piel besos tatuados.

(Agustín Merino)

jueves, 18 de enero de 2018

Soy creciente, materia que late y respira


Mi hermano Agustín me envía estos versos a través del móvil:

Soy creciente, materia que late y respira
Soy tan antiguo como el mundo que aún dura y durará en mis ojos mientras existan
Asumido mi cuerpo la pasión, el misterio,
la esperanza, el recuerdo, el cansancio,
Soy la instancia que se eleva hacia un dios que inventamos
la materia y el fuego, los latidos arcanos de un todo primigenio
Debo salvarlo todo dentro de mi, si he de salvar entero lo que amo
Soy coral, soy espumas y aire nuevo,
soy el rosal que en ti se enreda, soy la luz en un torrente de agua
soy fuego , soy espacio, soy estrella,soy niño, soy eterno
Soy diamante, cenizas estelares en su forma mas pura
que proclama y exige ser lo que soy, ser lo que amo
Si fuera, si sólo fuera un hombre, pero tantos me habitan 
sabiendo lo que se, tanto pesa lo que no se es
Que no deja fuerzas para gritar lo que somos
Soy tan grande como el mundo tan antiguo como el universo
Seré todo cuando nada sea y todo enamorado
Mas es el mundo entero quien se mira en nuestros ojos, en cada uno de los ojos de mirar claro
El mundo entero se mira en la esperanza, aunque hace tiempo que no la encuentra
Lo que aquí desemboca es el cauce pero no las aguas
Ellas se vistieron de nube para vivir en los cielos y ser mecidas libres por el viento
ser hombre no es ser hombre
Ser hombre es otra cosa
Llamo a los amantes, los locos
que salen de sí mismos buscándose en otros caminos
Llamo a los valientes, los héroes
Llamo a los soñadores, llamo a los ardientes.
Llamo a los que ignoran la  justicia exclusiva del tiempo y el orden calculado en segundos que medimos
Romper las rutinas calladas, ignorar el estar virtuoso bien intencionado de los que opinan
Sin jamas haber reflexionado acerca de lo que sus manos han entregado
Y tal vez su vacío les llene de consejos
La condición finita del hombre que como sombra me acompaña
Llamo a los que siguen amando con la crueldad del tiempo, con límites absurdos,
Con tu ciudad, tus días y un caer gota a gota destilandose, en lluvia de un mañana
Escuchar el aire y sus silencios
Escucho esperanza en un amanecer de un billon de mañanas
(Agustín Merino)

martes, 16 de enero de 2018

El lagarto está llorando...


Mire usted, Sor Austringiliana:

Aquí estoy con mis niños de segundo de EGB, del curso 1981-1982, en el Colegio público Licenciado Domingo de Aguirre de Legazpi (Guipúzcoa). 

Somos:

Ángel Mari Círez, María José, Susana, yo (María Ángeles Merino), Sonia, Rosario, Rafael García.
Joaquina, Beatriz Berdote Durán, Iosune Ormeño, Ainhoa, Ana, María José, Manolo y Saúl.
Juan Carlos Saa San Sebastián, José Luis Rodríguez Granado, Alain, Ibán, Ricardo, Aitor, Javi de la Rosa y Alberto Vesga.


Y lo volví a recordar cuando el profesor Pedro Ojeda nos explicó que las vanguardias tomaron, en ocasiones,  formas infantiles. ¡Y a saber quiénes eran los lagartos y las lagartas!

Recuerdos, Sor Austringiliana. 

María Ángeles Merino