martes, 30 de mayo de 2023

Tila, tilos y el pobre Schubert



 El mes de junio era el mes de la tila, la de los tilos junto a mi ventana y la de la taza que combatía mis nervios de estudiante. 

Y ahora vuelvo al tilo de Shubert, el músico se refugia en el que sombrea la casa en que nació. Son palabras de un anciano y el pobre Franz murió con poco más de treinta años.

Mis tilos de la avenida llevan acompañándome gran parte de mi vida, aunque no nací en ella. Tal vez, algún día los pensaré como refugio. De momento, sí, es el hogar y la seguridad. 

Ya ve, Sor Austringiliana, ya huele, la tila. Voy a la música. Nada que ver con los pitidos infernales de mi flauta dulce cuando estudiaba Magisterio, pero atrapé sus notas principales para siempre. 

María Ángeles Merino 

lunes, 29 de mayo de 2023

Colores y votos en mi viejo cole



 Hecho. Disfruto de los colores que ahora luce mi viejo cole, el CEIP Río Arlanzón. Del general superlativo ni el fantasma, afortunadamente. Les he deseado suerte a todos, los colores.

Venga, María Ángeles, no mientas. Hay un verde oliváceo que no te gusta nada.

Ya ve, Sor Austringiliana, lugares clave. 

María Ángeles Merino

martes, 16 de mayo de 2023

Calle, geranios y tilos con luz de tarde

 




La calle, los tilos y los geranios se dan un baño de luz de atardecer. Una luz rosada que no es la de la cámara del móvil, esa miente como una bellaca. 

Ya ve, Sor Austringiliana, quién fuera pintor impresionista para jugar con la luz y el color. La misma catedral, el mismo almiar... Nunca iguales.  Ya sabe de quiénes hablo. 

María Ángeles Merino

Ni una cerilla




No me gustan los cumpleaños, pero llegado el día lo celebré con la familia. No encontrábamos un mechero ni unas cerillas para las velas, sólo una caja de fósforos ya inservibles. Ya no se enciende ningún fuego en casa. Hubo que arrimar un papel a la vitrocerámica. 

Que no se me olvide comprar un encendedor de esos pequeñitos. El fuego fue un gran invento, nos creemos superiores al hombre de Atapuerca. Y no.

Hoy no es mi cumpleaños, es mi no cumpleaños, en línea con aquel personaje de Alicia en el País de las Maravillas, un huevo parlante, algo así como Humpty Dumpty. Luego corrijo si hace falta. 

Me voy al otro lado del espejo. El de la vida real. ¿Es real nuestra vida? ¿O es tan virtual como la que se genera en los canalículos de internet?

Ya ve, Sor Austringiliana, todo para contar que no me gustan los cumpleaños. 

María Ángeles Merino

domingo, 14 de mayo de 2023

Rosales silvestres, los de 2020 duermen en los de 2023.



El miércoles leía, en el blog La Acequia, la entrada "Huellas de tiza sobre el mostrador", Pedro Ojeda nos anunciaba "Han florecido los rosales silvestres". Y se preguntaba si: "¿Son estas flores aquellas de hace unos años?". 

Un día antes, me había acercado a los rosales silvestres, a comprobar si había rosas. Las había, las de la orilla del río Arlanzón, los de la Quinta, las que quedaron para siempre en mi memoria, unidas a aquel mayo con paseo controlado. Descubrí esas rosas caninas, no las conocía, al mismo tiempo que las mostradas  por Pedro Ojeda en La Acequia, las de Béjar, poéticamente cantadas y fotografiadas.


Ya ve usted, Sor Austringiliana. Llegó la calma. Todo lo viejo vive en lo nuevo, los rosales de 2020 duermen en los de 2023. 

María Ángeles Merino


martes, 9 de mayo de 2023

Mujeres en la cantina.


 El retrato conjunto de ocho grandes mujeres me llamó la atención en una cafetería de mi ciudad, en una calle más bien de paso, pero con nombre grande: Antonio Machado.

Me gustó especialmente ver el de Concha Méndez, de la que acabo de leer El Solitario, con el Club de Lectura. No muy conocida, merece un reconocimiento.  



También hay foto, también, del gran poeta, en compañía del filósofo Ortega y Gasset, con el que tuvo "una relación epistolar y estética". Y de los dos grandes pintores españoles del XX: Picasso y Dalí. 

'La Cantina de Machado" se llama el establecimiento, la palabra cantina no me cuadra mucho. Voy al de la RAE.


Entonces, siguiendo a la RAE, es cantina por el apartado de "decoración y aspecto particular", pienso en las fotos. El público es normalito, popular lo que se dice popular no sé, en Burgos el barrio de los Vadillos "tira un poco a pijo" pero vivimos en él clases sociales bajas. altas y mucho medio pelo. Buen sitio para desayunar y el café a un euro, volveré. 

Calle Antonio Machado en Burgos 

Me sonaba un poco cuartelera esa palabra, por eso no me cuadraba. Un establecimiento dentro de un establecimiento, queda procesado. La estación de tren de Burgos no tiene ni cantina, esa es otra.

Ya ve, Sor Austringiliana, los matices de una cantina. Y ocho mujeres grandes en ella: Clara Campoamor, María Zambrano, Concepción Arenal, Lauren Bacall, Victoria Kent, Virginia Woolf, Rosa Chacel y Concha Méndez. 

María Ángeles Merino

Disculpas por los reflejos en las fotos.

viernes, 5 de mayo de 2023

Está verde pero amarillea





 




 Está verde pero amarillea.  Está verde pero preocupa a la gente que, de verdad, entiende el campo. Y no digamos a la que vive de él. Así me lo dijeron en abril. 

Ahora en mayo, a ver si llueve bien, de verdad, para que las espigas crezcan. Bien, sin pedriscos asesinos, que ya lis ha habido en Lerma y Melgar.

Ya ve, Sor Austringiliana, el campo es cosa de  todos. Mire el trigal de las monjas, junto a su ciprés, en Palacios de Benaver.  Me cuenta.


El pan nuestro de cada día, eso es.

María Ángeles Merino


Como todo caballero andante

 

Cervantes y el árbol del amor, en un paseo burgalés.

Como todo caballero andante llevo en mi montura.

La pena y la alegría más una fe inquebrantable mezcla de locura y sabiduría.

Digan los necios que no vivo en este mundo.

Digan los entendidos en médicas artes que tengo la razón pérdida.

Soy un hombre que creo su universo y por ello a Dios cercano 

Que fue el mismisimo alquimista maestro de magos, quien le entrego de sus manos en una noche sin luna y tozuda febricula.

El mistico pergamino con las leyes sempiternas de la caballería, invisible a los ojos de los no iniciados.

Lanza y montura conjuradas,bajo un sol de justicia en unas manos justicieras.

En el aquelarre de su cabeza solo él puede destapar las amenazas, ocultas por los velos de la magia negra.

Desfacer entuertos y agrandar su leyenda dando loas a su Señora.

Acabar fatigado el día y llegada la noche ya al abrigo de la albarrada,bajo las estrellas soñar.

Soñar con su dama, la más gentil y con la sonrisa mas bella.

El dolor de no poder abrazarla y la dulce calma de saber que nunca dejará de tenerla.

Y en confidencia bajando su voz templada, cuenta a la redonda luna, tal vez ella y seguramente solo ella sea la única razón de mi existencia.

 Y por su nombre  en su arcana lengua de susurros plata está le llama.

 Gran honor solo destinado a los elegidos que en buena hora tomaron sus amorosas armas.

Solo por ella y yo por ti mi caballero,pues el amor no engaña, ayer mi blanco corazón era tu corazón y hoy todo es ella.

Y al alba carmesí, abandonar el dormir y la pereza.

Apagar la agonizante hoguera.

Volviendo a la grupa y a la vida.

No trotes compañero ve al paso,l o importante siempre espera.

Que tus cascos hagan fuerte y lento resonar los cielos.

Olvida el galopar de jóvenes corceles.

A ninguna parte los errantes hemos de llegar,ni nos echan de menos ni nos esperan.

Paso a paso haremos nuestro camino Camino y camino y nada mas.

Lágrimas serán rocío que darán fragancia a las mañanas.

Caminaremos para un alfombrar de flores los ayer oscuros y yermos paramos del olvido.

Que un día hechizo el nigromante enemigo.

Camino y camino,no necesito nada mas.

Pues todo demás va a la grupa conmigo.

Agustín Merino

jueves, 4 de mayo de 2023

Ruyales ru, ru, ru.




 Es Palacios de Benaver, un pequeño pueblo del páramo burgalés.

El verde drapeado de amarillo envuelve al pequeño río Ruyales, ru ru ru. Lleva poca agua pero el silencio ayuda a escuchar su canción, ru, ru, ru. Ya, ya lo oigo, Ruyales.

 Lleva desde el siglo XII escuchando la campana que convoca a las religiosas. Ru, ru, ru, se oyen sus precipitados pasos. Han abandonado la labor y van a Vísperas. Ru, ru, ru. Detrás de los cantorales, asoman sus tocas negras. Ru,ru, ru. Se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador. Ru, ru, ru. Porque ha visto la humillación de su esclava...Ru, ru, ru. 

Ya ve, Sor Austringiliana, un cangrejo se ha quedado quieto junto al puente. Hay una islita en medio del agua. 

Recuerdo a la madre Pilar, la superiora, con pantalones Levys, jersey cortito y camisa a cuadros  de cuello picudo, la moda. Ru, ru, ru.

 Era en el instituto, en quinto curso, mil novecientos setenta y tantos. Un poco pija, guapa y resultona, así lo decíamos, muy maja.

 Quién le iba a decir a esa adolescente que viviría, como monja y además superiora,  en un monasterio junto al Ruyales, ru, ru, ru. El Cristo de los ojos grandes la ganó y se la quedó de por vida. Ru, ru, ru.

Nunca me he parado a hablar con ella, los hábitos imponen, no sé por qué. Ru, ru, ru.

Un ciprés guarda el sueño eterno de muchas sorpilares, ahí, tras la tapia. Ru, ru, ru. Ya.

El río sigue su camino. Ru, ru, ru.

María Ángeles Merino en Palacios de Benaver

Leo y espero el autobús.

 

Mientras leo y espero el autobús, el soll juega con el agua de la fuente. ¡Qué más al final de una mañana de mayo!  El suelo estaba sucio pero no lo veía.

¡Quién fuera poeta!

Ya ve, Sor Austringiliana, en el mundo hay poetas y comedores compulsivos de pipas que escupen cáscaras. Y gente como yo...

¿Cómo soy yo? Infinidad de taxonomías pero no sé si encajo en alguna. Nos creemos diferentes, qué ilusos...

María Ángeles Merino

lunes, 1 de mayo de 2023

Nos gusta mayo con las flores





Nos gusta mayo con las flores, con mis respetos para los alérgicos al polen que, con razón, puedan decir  eso de "nos ha jodido mayo con las flores"; aunque me dé la impresión de que los que así se manifiestan suelen quejarse por otros motivos. Una forma de hablar, a saber, qué complicados son nuestros resortes lingüísticos.  

Bueno, alergias aparte, expresiones aparte, nos gusta mayo con las flores. 

Ayer, en su antesala de abril, en mi paseo habitual, me saludaron las flores rosas o blancas de los castaños de Indias, las glicinas violeta de un árbol que se abraza en el sentido del reloj a un muro grafiteado, los lirios amarillos que dan fe de la limpieza de las aguas del río y las margaritas que saben geometría ribeteando losas. Y muchas más.

Ya ve, Sor Austringiliana, de la lengua a la alergología y a la botánica. Ha venido mayo bienvenido sea para que los danzantes jueguen a la rueda, entre otras cosas.

María Ángeles Merino