Otro rinconcito para María Ángeles Merino, en diálogo con su Sor Austringiliana.
sábado, 24 de febrero de 2018
Un café y un recuerdo para Forges que tanto nos hizo sonreír.
Mientras hacía la comida, me tomé un café y recordaba a Forges que tanto nos hizo sonreír. Pelín triste, Antonio. Ya ve, Sor Austringiliana, se ha ido al cielo derechito.
Sí, sor Autringiliana, estoy convencida que el Forges estará riéndose con san Pedro y todos los ángeles del cielo, incluidos los que pintaba.
Él no lo lo recordará, pero una vez vino a visitarnos a nuestra querida Escuela de Adultos, de la que su pupila y la mía formaban parte. Nos hizo una dedicatoria la mar de sonriente.
Sí, sor Autringiliana, estoy convencida que el Forges estará riéndose con san Pedro y todos los ángeles del cielo, incluidos los que pintaba.
ResponderEliminarÉl no lo lo recordará, pero una vez vino a visitarnos a nuestra querida Escuela de Adultos, de la que su pupila y la mía formaban parte. Nos hizo una dedicatoria la mar de sonriente.
Toque de tocas
La sor Pardilla