Pintura de Agustín Merino
Mi hermano Agustín me envía estos versos a través del móvil:
Y dando la vuelta a la piel hay nombres que la habitan.
Nombres que un día fueron respirados.
Mas allá de un manto de oxigeno y nitrógeno que no necesitamos.
Elegimos el aire hecho nombre y sed.
Un manantial de besos prohibidos, donde ahogarme y ser ahogado.
Elegir emborracharme de tus aguas, cubrir mi cuerpo de escamas doradas.
Ser pez y no querer aire.
Todos llevamos bajo la piel besos tatuados.
(Agustín Merino)
¡Bendita piel, siempre!
ResponderEliminarBendita siempre.
ResponderEliminarDice bien el hermano de vuestra pupila. ¿ Qué mejor lugar para los besos que la piel? Aunque cuidado, cuidado, aucuérdese vuestra reverencia que nosotros debemos de cumplir nuestros votos y uno de ellos es la castidad así que no se deje tentar por el demonio, que es muy, pero que muy malo.
ResponderEliminarToque de tocas
La sor Pardilla