Hace cinco años, uno de diciembre, paseaba con mi sobrina Paola, envueltas en un atardecer de fuego, rojo, rojo, junto al puente, mira qué nubes, a ti te salen mejor, haz tú la foto.
Y ahí estoy, también de colorado, capucha y la mascarilla no andaría lejos, seguro. Pasa el tiempo, vuela. Uno de diciembre, no sé lo que traerá hoy el atardecer...
Ya veis, los incendios del cielo.
María Ángeles Merino



Precioso atardecer de invierno.
ResponderEliminarEs cómo si la tristeza de los árboles sin hojas, se hubiera cubierto de alegría, en consonancia con las nubes rojas.
Besos
Te salen perfectas las fotos... y también los comentarios.
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