Pedro Ojeda Escudero publica en La Acequia la entrada La fragilidad de la rosa. La leo y la comento, saco a pasear mi pensamiento:
Miro la rosa del 23 de abril, no se ha caído ni un pétalo. Al lado, dormita mi madre que también.
Ronsard no sabía lo que decía a su "mignonne":
Mignonne, allons voir si la rose
Puis qu'une telle fleur ne dure
Que du matin jusques au soir !
¿Que tal rosa no dura más que de la mañana a la tarde? Y el español Francisco de Rioja cortaba las mismas viejas rosas del huerto de Ronsard:
¿cómo naces tan llena de alegría
si sabes que la edad que te da el cielo
es apenas un breve y veloz vuelo?
"...apenas un breve y veloz vuelo" , piensas que los poetas no entienden de rosas o se aferran al tópico latino, al pie de la letra.
La rosa que compré el 23 de abril envejece sin perder ni un pétalo. ¿Fragilidad?
Ya ve, Sor Austringiliana, la fragilidad. De las rosas y , en ocasiones, del ser humano. Sacamos fuerza no se sabe de dónde.
Al final, sí, todo lo mudará la edad ligera por no hacer mudanza en su costumbre.
Tres poetas y han acudido dos más.
Pedro Ojeda, Ronsard, Antonio Machado, Francisco de Rioja, Garcilaso de la Vega. ¿Qué sería de los poetas sin rosas?
María Ángeles Merino