Ayer, a última hora de la tarde, me instalé en la calle más fría de Burgos, en la calle Valentín Jalón esquina con Avenida del Cid, pertrechada on un libro de microrrelatos y una cero cero. Aire fresquito y sonrisa cómplice, ya os hablaré de "Los ojos de los peces" de Rubén Abella, muy recomendables.
Va a llover, decían, y sí, luego llovió. Me enviaron un guasap:
"Cuatro lados, cuatro para elegir como la rosa de los vientos.
Uno, para ver los tres vacíos que el aire apenas llena.
Un libro y una cerveza.
Una sola mesa Y cuatro lados infinitos cuatro lados.
(Agustín Merino)
Cuatro lados. Llenar el vacío, puede ser...
Ya ve, Sor Austringiliana, en una tarde de calor.
Escuchamos "Aire de Mecano". Oxígeno, nitrógeno y argón, sin forma definida, ni color, aire.
María Ángeles Merino
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