martes, 21 de mayo de 2024

Verde de mayo.

 



Y así va ahora el campo, Sor Austringiliana. 

Verde de primavera, con su tapia y su ciprés.

El palomar abandonado.

Verde tierno y los corzos lo saben. 

Y la esperanza de la resurrección, tras la tapia. Mujeres, grande es vuestra fe. 

En el monasterio benedictino de San Salvador, en Palacios de Benaver. 

Y yo no estaba allí. 

María Ángeles Merino

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