Paseo por las orillas del río, el Google dirá que es un día en la montaña. Lo digo porque me lo ha hecho otras veces. Maquinita..
El algoritmo tiene el corazón forjado en el país que sueña con la cabaña junto al lago, en la montaña donde pueda asomar el fiero oso gris. Y pescar o escribir poemas bárbaros. Nada que ver con mi Arlanzón.
Ya ve, Sor Austringiliana, otro mundo. Por aquí, los sueños van al mar que nunca vimos.
María Ángeles Merino
Sor Austri, no me hable de esos famosos y actuales algoritmos. En menudo lío nos están metiendo y esto va a más, mire que se lo digo y me gusta y mucho, "ese mar que nunca vimos".
ResponderEliminarToque sin tocas
La sor Pardilla
Los algoritmos nos clasifican, qué sabrán ellos de nuestros paseos de dentro. El satélite no entiende ni papa. Toque sin tocas, Luz.
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