El viento que trae la borrasca "Herminia" pone a danzar las ramas de los árboles del Paseo de la Isla y me gusta mirar a un niño que le gusta y quiere seguir jugando en el parquecito. Y mueve los brazos.
-Mira, mis ramas, abuela. U u u.
Soy un pino, muy alto, muy alto.
El viento no puede conmigo.
¿Qué pone en ese papel que se enrosca, abuela?
-Espera no nos deja ver. Ahora. Es una alerta por viento, dice que nos alejemos de las zonas arboladas.
-¿Y cuales son las zonas arboladas abuela?
-Pues, cuáles van a ser, hijo. Éstas, con árboles. Mejor nos vamos.
-¿Y quien nos dice que nos tenemos que ir?
-El Ayuntamiento.
-¿Y quien es ese señor?
-El que manda.
-¿Y por qué manda?
La abuela hace un gesto resignado.Me mira, ya ve usted, los niños de ahora...
Sigo mi paseo, parque arriba. El niño sigue en su mundo de juegos. Yo, en el de mis pensamientos.
Ya ve, Sor Austringiliana. Imprudentes.
"Herminia" capitanea su ejército y el papel se cierra sobre sí mismo otra vez. U u u.
María Ángeles Merino Moya
De vez en cuando una buena Herminia que se lleve los papeles viejos.
ResponderEliminarLimpia, Herminia.
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