jueves, 10 de diciembre de 2015

El sol de la calle Sanz Pastor.



El sol camina hacia el solsticio. 

Se despide de la tarde y acaricia los magnolios.

El chico de los pantalones blancos toca un timbre. Cartero comercial. Nada.

Son las 17:20. 

Me gusta el sol de la calle Sanz Pastor. 

Sor Austringiliana sabe por qué.






4 comentarios:

  1. Buenas noches, Abejita de la Vega:

    La calle de tus primeros paseos en cochecito, como te recuerda tu madre.
    Te dejo este precioso escrito de Antonio Machado:
    “Estos días azules y este sol de la infancia”

    Abrazos.

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  2. Reverenda sor:
    Ese sol de la infancia, nunca se olvida porque va creciendo con nosotras. ¿ Habría ya un magnolio?

    El sol de mi infancia lo tengo, cómo no, en Pardilla, a la puerta de mi casa en las primeras horas de la mañana, cuando salía a comerme una tostada para desayunar. A veces, me siento en el poyete de la entrada y también me tomo mi primer bocado del día. Este pequeño pecado, no se lo cuente a nadie, se lo digo a su reverencia por la confianza que le tengo.

    Un toque, o dos, de tocas, con recato y cuidado en nuestro habitual saludo.

    La sor Pardilla

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  3. Así es, mi primer sol, el sol de mi infancia, el de la calle Sanz Pastor. Ahora es mi camino al trabajo, quise sacar la foto del sol a punto de esconderse detrás de San Gil y me encontré con la historia del cartero al que no abren.
    La veo a la puerta de Pardilla, desayunando,con trenzas y babi. No es un pecado,es una alabanza al señor.
    Un toque de dos tocas con recato.

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  4. Así es,la calle de mis primeros paseos en esa calle, que por entonces, creo,no tenía magnolios.

    Me dejas un bello escrito, el mejor: “Estos días azules y este sol de la infancia”. El último escrito de Antonio Machado. Lo encontraron, creo,entre su cosas, en Collioure. No se olvida el sol de infancia.

    Un abrazo, Gelu.

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