Ved su ciprés y un destello blanco...encima de la tapia
Sor Austringiliana hablaba con un científico llamado Julio:
Estimada monja fantasma:
Estimada monja fantasma:
No te preocupes, que he hablado con el Friker Jiménez, y ya le he dicho que no vaya a turbar tu eterno descanso intentado grabar psicofonías, o haciendo fotos a ver si te apareces en alguna de ella. Pero si va, siempre puedes ponerle los pelos como escarpias (algo que parece ser no muy díficil, de todas formas, visto lo impresionable que es el chiquillo).Vaya usté con Dios, y dígale a Sor Fulgencia que a ver si me envía algo de ese licorcillo, que tiene buena pinta (dado que mi señora madre tras probarlo ya no se acordaba ni del nombre de la susodicha, y se lo ha cambiado por "Florentina").
Sor Austringiliana contesta, revelando su nombre:
Ya que vuestra caridad insiste, voy a revelar mi nombre. En el bautismo recibí el nombre de Austringiliana. Pero , en religión, soy Sor María de los Ángeles. Me preguntaba si era pecado beber aquel licorcillo. La respuesta la tuve en un canecillo recién esculpido , en la piedra de nuestro monasterio. Aparece un hombre con un barril con la intención, según palabras de la madre abadesa, de censurar la embriaguez. En consecuencia, puedo afirmar a su caridad que es pecado y no de los menores. En cuanto a mi juglar, lo califica de mentiroso. A Rodrigo Díaz lo acusa de venderse al mejor postor. Puede estar segura que jamás se vendió a los viles sarracenos, enemigos de nuestra fe. Si quiere saber de sarracenos, pregunte a las desnarigadas monjas de Palacios de Benaver. Otro día se lo cuento...
Me apaaaaagan
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