La ciudad vieja vive ahí debajo y, en ocasiones, asoma la nariz. Había nueve o diez Troyas, dicen, y no sé cuántas Burgos viven bajo nuestros pies.
En la Plaza Alonso Martínez, la de Capitanía para entendernos, iban a soterrar unos contenedores de basura y ha aflorado una casa anterior al XIX, aseguran los entendidos.
¿Cómo sería esta edificacion, tan cerquita de la muralla y de la esgueva? El palacio de los Cartagena, el de las Cuatro Torres y la Casa de la Moneda andaban por ahí. Pongo en marcha la imaginación, no sé, es un trabajo el de arqueólogo que debemos valorar, para no olvidar lo que fuimos.
¿Qué harán con esto? Si hacen algo. Tal vez algo parecido a lo que hicieron al lado de la Catedral, junto a Pellejería. Registrado y tapado.
¡Cómo contrasta el verde del cableado con la vieja piedra!
Ya ve, Sor Austringiliana, las piedras quieren hablar. Abre la muralla.
Al fondo la muralla de Burgos vista desde dentro.María Ángeles Merino
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