jueves, 22 de febrero de 2024

Airosas torres y almendros en flor



Pilar Medina Cebrián me hace llegar, desde Campo Real, mi pueblo madrileño de adopción,  la imagen de dos almendros en flor, uno blanco y otro rosa. Sabe que me gustan, gracias amiga. 

Y la hermosa foto de Pilar me pilla hojeando un libro que recoge la historia de su pueblo,  en una página que remite al Diccionario Geográfico e Histórico, de Pascual Madoz, una esforzada obra que describió con datos casi todos los pueblos de España, a mediados del XIX. Es muy curioso leer, que en 1847: 

"Campo Real: v. con ayunt. de la prov. aud. terr. y c.g. de Madrid (5 leg.), part. jud. de Álcalá de Henares (3), dióc. de Toledo (12): sit. alrededor de un gran cerro; la combaten en general los vientos N. y O. y su clima es propenso a pulmonías: tiene 320 casas  incluso la del ayunt. ; una plaza, cárcel, escuela de instrucción primaria común a ambos sexos, à cargo de un maestro con la dotación de 1100 rs. pagados de propios, y una igl. parr. (Santa María) servida por un párroco de concurso, 2 beneficiados y un capellán de sangre, el curato es de segundo ascenso. El edificio está en la cúspide del cerro sobre el cual se halla sit. la v. y tiene 2 torres de piedra blanca, labradas de fino, que se distinguen á muchas leg. de dist..."

Campo Real ha cambiado mucho desde entonces, afortunadamente. El viento sigue su combate y ahí permanece, tan airosa, la iglesia de Santa María, en la cúspide del cerro, de piedra blanca labrada de fino, soberbio edificio que se ve a muchos kilómetros. 

Ya ve, Sor Austringiliana, tantos curas y tan poco maestro, era 1837. Y había cárcel. Eran otros tiempos. Las pulmonías se curan con antibióticos y se combaten con vacunas. 

María Ángeles Merino 



2 comentarios:

  1. Campo Real, su historia y sus gentes. Madoz hizo una buena labor de documentación en lo que se refiere a todos los pueblos de España y lo que ocurria a sus habitantes, que la mayoría de las veces, tienen características similares de aquellas època, en cuanto a las enfermedades, que eran muchas y repetitivas. Y es curioso que en los pueblos pequeños como ocurría también en Pardilla, siempre había cárcel, escuelas, maestros y por supuesto, curas.

    Toque sin tocas

    La sor Pardilla

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  2. Curas por supuesto. Y carcel cómo no. El Madoz nos pinta los pueblos de la España del XIX certeramente.
    Toque y besos

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