¡Oh! Sor Austringiliana, la naturaleza alíada con el espíritu divino y los cantos gregorianos, buen sitio para escuchar y de paso remojarse los pies, hasta los tobillos, no más, para soportar los axfisiantes calores de la meseta.
Que lo disfrute querida Sor, y entre nosotras, no pasa nada si se sube la falda hasta las rodillas ;)
Gracias por su visita a este rincón apartado de los infernales canalículos. Es un arroyo que fluye cerca del lugar donde Sor Austringilaina duerme su sueño eterno, a la sombra de un ciprés. Concierto de pájaros, plantas, agua y música. Y el glu glu del arroyo, lo mejor. Abrazos
Hay algunos arroyos, como este que visita vuestra reverencia que son sabios y cantan hasta el gregoriano. No sé yo si a todos los habitantes que pululan por estas tierras del mundo mundial les gusta este monótono canto.
Sor Pucela, no le haga cometer irreverencias a nuestra reverenda sor Austringiliana. Acuérdese del demonio.
Inclinación de cabeza para las dos y ya saben, cuidadín, cuiudadín con las tocas.
La Sor Pardilla que ha estado unos días por el mar viendo a más de un pecador y pecadora.
Cuidado con el mar, Sor Pardilla. El arroyo canta gregoriano, yo sé por qué, lo dejo como un misterio, el misterio del Ruyales... A ver qué pasa con este comentario, que los canalículos se han tragado el anterior, en el que entré como Sor Austri. Una reverencia
¡Oh! Sor Austringiliana, la naturaleza alíada con el espíritu divino y los cantos gregorianos, buen sitio para escuchar y de paso remojarse los pies, hasta los tobillos, no más, para soportar los axfisiantes calores de la meseta.
ResponderEliminarQue lo disfrute querida Sor, y entre nosotras, no pasa nada si se sube la falda hasta las rodillas ;)
Abrazos de hermana, de Sor Pucela.
Gracias por su visita a este rincón apartado de los infernales canalículos.
ResponderEliminarEs un arroyo que fluye cerca del lugar donde Sor Austringilaina duerme su sueño eterno, a la sombra de un ciprés.
Concierto de pájaros, plantas, agua y música. Y el glu glu del arroyo, lo mejor.
Abrazos
Hay algunos arroyos, como este que visita vuestra reverencia que son sabios y cantan hasta el gregoriano. No sé yo si a todos los habitantes que pululan por estas tierras del mundo mundial les gusta este monótono canto.
ResponderEliminarSor Pucela, no le haga cometer irreverencias a nuestra reverenda sor Austringiliana. Acuérdese del demonio.
Inclinación de cabeza para las dos y ya saben, cuidadín, cuiudadín con las tocas.
La Sor Pardilla que ha estado unos días por el mar viendo a más de un pecador y pecadora.
Cuidado con el mar, Sor Pardilla.
ResponderEliminarEl arroyo canta gregoriano, yo sé por qué, lo dejo como un misterio, el misterio del Ruyales...
A ver qué pasa con este comentario, que los canalículos se han tragado el anterior, en el que entré como Sor Austri.
Una reverencia