sábado, 13 de abril de 2013

¡Por fin una tarde de primavera!

 
 
 
Sol, dientes de león y lectura en un banco de la Quinta. ¡Por fin!

2 comentarios:

  1. Perdone mi admirada Sor Austrin, pero hay algo en su comportamiento que no me cuadra, la veo muy moderna, muy lectora, muy...
    Y me parece que Mª Ángeles, su amiga del alma, se beneficia de sus lecturas y que es ud. quién le sopla todos esos trabajos tan sesudos e intelectuales que nos enseña a los amigos. Vaya, vaya, tranquila, de momento no diré nada.

    Me alegro de que disfrute con sus baños de sol,
    eso sí con mesura, que luego se nota la señal de donde llega la toca.

    Reciba un casto abrazo, de Sor Pucela.

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  2. Le explico, sor Pamisola. Me ha descubierto. Sor Austringiliana me ayuda,es un fantasma medieval pero viaja por los canalículos de Internet y sabe de lo antiguo y de lo moderno. De vez en cuando, me visita, como en esta ocasión, cuando María Ángeles tomaba el sol tan ricamente. No me contó gran cosa esta vez, así que yo me limité a una línea. Le intrigaba el contenido del libro y quería saber para qué servía ese ungüento, el solar.

    Otro casto abrazo, sor Pamisola.

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