Viene de "La arañita campeña", blog en el que suelo hablar de literatura.
Llega octubre y los libros se cruzan.
¿Cómo era aquello de la escuela? Treinta días trae noviembre, con abril, junio y septiembre" Eso es, septiembre. Y sigo que "los demás traen treinta y uno, menos febrero el mocho que trae veintiocho y la vieja que los contó veintinueve sacó".
¡Una vieja! Cuando aprendí esa retahíla, seguro que tenía una idea peculiar de como era una "vieja": de negro y con pañolón, encogida, arrugada, algo siniestra, ay, los cuentos o la esperanza de vida, a saber.
A lo que iba, el día treinta se acababa septiembre y al día siguiente saludaba a octubre, con la hojita del calendario en la ventana y las campanulas moradas azuladas de ecos becquerianos que lucen ahora su ropa bonita de primeros de otoño. Luego, adiós, hasta la próxima floración, en primavera creo recordar.
Empezamos octubre. Aparte de otras tareas de las que no se cuentan en los canalículos de Internet, dejo un libro y cojo otro.
Terminé "Trampas de niebla" de José Antonio Abella, lo tomé prestado con el cariño de quien está despidiendo a un amigo.
En sus primeras páginas no conectaba, uy estas fantasías no van contigo ni conmigo ; pero luego se abrió la puerta, entré y caí presa en las "trampas de niebla", unos relatos que cuentan mentiras, ficciones en un ficticio Eliambroz, pueblo del norte de Castilla, para poder contar magistralmente la verdad de las redes crueles en que viene envuelta nuestra historia desde el mil setecientos y pico a nuestros días, con un Antiguo Régimen que no terminaba, o termina, de fallecer: esclavismo, caciquismo, guerras carlistas, guerra civil, persecución del maquis, represión obrera, ay los curas, fascismo, bolchevismo, antiecologismo, ultraderecha de nuevo pero viejo cuño... A todo eso se suman las redes de nuestra vida personal que también nos enredan.
Los españoles, pájaros atrapados en redes invisibles. Pobres pájaros con sus corazones comidos en un revuelto. ¡Que pena terminar un libro así y ya no puedo hablar con su autor! ¿Qué cosas de tu propia vida, José Antonio, hay en este libro? Además de tu fecha de nacimiento, que incluyes al final, en un listado cronológico.
Tomé prestado otro libro completamente distinto, de un escrítor al que le estoy poniendo a prueba: Juan Manuel de Prada. No encontré en las estanterías el que buscaba, me llevé "Me hallará la muerte". Sí, suena el título a lo que suena. A ver, os dejo que tengo que hacer todo eso que no se cuenta en redes.
Ya veis, lecturas que se cruzan.
Ya ve, Sor Austringiliana, seguimos.
María Ángeles Merino y Sor Austringiliana que tanto monta.
https://aranitacampena.blogspot.com/2024/10/llega-octubre-y-los-libros-se-cruzan.html
https://www.ediciones-valnera.com/?product=trampas-de-niebla
https://www.lecturalia.com/libro/74702/me-hallara-la-muerte
A ver, querida gran lectora, ya leo que poco a poco te van gustando esos libros que en apariencia cuenta algo disparatado, pero están llegando al fondo de una realidad que también existe. Ya sabes que siempre me gustó ese tipo de libros, así que ese "Trampas de niebla", de tu querido José Antonio Abella, será mi próxima lectura, si es que lo encuentro en las bibliotecas de los lugares en los que habito.
ResponderEliminarSin embargo a Juan Manuel de Prada, aunque si me gustó el libro "Las esquinas del aire", cuando leí " La tempestad" me desilusionó y este nuevo que ha sacado, pues ya veremos si algún día me da por su lectura.
Besos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarTrampas de niebla" no cuenta nada disparatado en ningún momento, empieza como un cuento fantástico y luego deriva directamente en la cruda realidad de los españoles del XIX y XX, atrapados en las redes de su historia. Abella era un buenísimo escritor pero, en mi opinión, acertaba más dentro de la realidad que fuera de ella, por eso digo lo que digo. Es un libro poco convencional, nunca disparatado, hay que leerlo, parecen relatos sueltos pero constituyen una señora novela, con un hilo conductor acertadísimo. A mi me gustan tanto los libros que me atrapan enseguida como los que tardan un poco. Y este es muy muy especial. Realista como realista es la buena literatura castellana, sin vanguardias ni experimentos, que tal vez es lo que tú has interpretado.
ResponderEliminarEl de Juan Manuel de la Prada es una buena novela pero no es comparable con la citada de Abella.
Besos
Leer algunos libros cuestan más que otros porque parecen escritos de manera "compleja" adrede, pensando que atraparán al lector, pero muchas veces acaba ocurriendo lo contrario.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Así es, el lector huye y no vuelve. Abella no usó nunca complejidades adrede y cautiva al lector.
EliminarSaludos, J.
M.A.