martes, 24 de junio de 2025

La leyenda del gigante


 La leyenda del gigante

Dice la leyenda que en la noche de San Juan nace un gigante tan alto que puede alcanzar la luna.

Un gigante poderoso con efímera vida que cada año pretende acabar con la mágica noche.

Y es la luna del cielo quien libra la batalla con su séquito de sabias estrellas.

Y los restos del gigante son las hogueras del solsticio.

Si un año ganara este gigante y pudiera atrapar la luna y quitarle su mano plata y espumas.

Extenderia su oscuro manto en el cielo y ya no habría noche y sin noche desaparecerían los sueños. 

Está noche sale el gigante y la reina a su encuentro.

El gigante armado de su descomunal fuerza y un cincel de puro fuego, la luna armada de su magia conjurando desde los más lejanos astros hasta el tardío lucero del alba.

Buscará el gigante una altísima montaña e intentará apresar la luna mientras a golpes de fuego va reduciendo la noche.

La luna en su estelar marmita prepara su conjuro y se puede ver lo que se ha derramado de su pocima por el blanco del cielo que llamamos vía láctea.

Y cada hoguera festeja la victoria de la noche más corta mordida por el gigante.

Otros dicen que es la ignea sangre del gigante que arde para bendecir el triunfo de los cielos.

Poco a poco las noches mágicas se recuperan, el mar se eleva en mareas y las estrellas inician su diaria y nocturna sonrisa.

Y en un año volverá el gigante y retornará la sin igual pelea. 

Agustín Merino (texto y pintura)

Escuchamos Nocturno de Chopin. 



Pas encore. Pasa un cura.

 


Pas encore. Pasa un cura.

Todavía no, insistía, desesperado, el profesor de francés.

Pas encore. Todavía no.

Pero pasará, remató el alumno.

Perdonadme el viejo chiste. Me venía a la cabeza ayer, en el Paseo de la Audiencia, con calor y preparativos para San Pedro.

Pasaba un cura jovencillo pero a la antigua, con sombrerito y sotana impecable. Brillos de seda. 

El domingo vi otro de esa guisa. 

Aquí pasa algo. O pasará.

Ya ve, Sir Austringiliana, nuevos curas.

María Ángeles Merino



lunes, 23 de junio de 2025

Los tiempos que vivimos.


Dicen que "Los tiempos que vivimos eran los mejores y no lo sabíamos". Ayer hacía la foto a los carteles del grupo burgalés LA M.O.D.A y recordaba el sentido comentario de la amiga Laura Mediavilla Martín Así son los recuerdos.

Alguien no se pudo aguantar sin estampar su firma grafitera. Cada loco con su tema.

No lo sabíamos. Cuando lo de ahora sea recuerdo...

Ya ve, Sor Austringiliana, tiempos. 

María Ángeles Merino 

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domingo, 22 de junio de 2025

Se solea despaciosa una lagartija.

 


Junto a la muralla, crecen florecillas rosadas y se solea despaciosa una lagartija. Me ve, se cuela en una grieta entre las piedras y desaparece. Escurridiza, como la vida misma, como las personas mismas.

Porque "Nadie sabe cómo es el alma de nadie", decía Sancho Panza en el Quijote. Se nos escapan. 

Ya ve, Sor Austringiliana, almas como lagartijas. 

Y novelas, ficciones, que sueñan con atrapar el secreto de las almas humanas. 

Pero..."La novela es esa inestabilidad, inconstancia, incertidumbre de todo", leo en El verano de Cervantes de Antonio Muñoz Molina).

Con el Quijote y la radio, tres imprescindibles en un verano que comienza inestable, inconstante, incierto. 

Decía que se solea una lagartija en la muralla del Paseo de los Cubos, en Burgos. 

Maria Ángeles Merino

viernes, 20 de junio de 2025

Rita Turza, cosas que sintió.

 Desde mi ventana

veo la casa rosada
y los adosados
de tejas verdes.

Allí en frente,
la vida transcurre
llena de luces navideñas,
tráfico de viandantes
cargados 
de sus vidas normales,
ajenos
a los que vivimos en frente
en el edificio metálico y marrón.  


25/12/24  Torre B

Rita Turza

https://cosasquesientodesdeelcorazon.blogspot.com/2025/05/410.html

Que la tierra te sea leve, Rita. Descansa en paz. En nuestro recuerdo, el de los amigos de los blogs, para siempre. Tu sonrisa.Tus poemas. 

Ya ve, Sor Austringiliana, hace tiempo que no visitaba el de Rita. 

Maria Ángeles Merino

jueves, 12 de junio de 2025

"No hace falta leer un libro para criticarlo".

Sergio del Molino lo comenta en su articulo del domingo. "No hace falta leer un libro para  criticarlo" nos dio a entender una periodista airada,"con una chulería digna de un pleno en las Cortes", en un programa de televisión.

Marta Nebot había increpado previamente a Javier Cercas: su novela de no ficción El loco de Dios en el fin del mundo, blanqueaba, sabía a ciencia cierta que blanqueaba a la Iglesia Católica; aunque confesó no haberlo leído. 

Al mirar el taco del calendario, con sus apóstoles en corro con la Virgen María y sus llamas, me quedé pensando si tal vez había descendido sobre la cabeza de doña Marta alguna de las lenguas de fuego de Pentecostés, cargadas de sabiduría automática. Si los apóstoles, de pronto, hablaban lenguas ignotas y sin pinganillo...

El espíritu crítico anda por los suelos hace mucho, en los medios de comunicacion, en la calle y en todas partes, buen artículo el de Sergio del Molino. No os perdáis su novela Los alemanes, yo sí la he leído y la de Cercas también. 

¿Para qué leemos si no hace falta? Con escuchar o leer en las redes tamañas opiniones sesudas, pronto nos lloverá la sabiduría y podremos opinar de todo. Perder tiempo con los libros, a quien se le ocurre, con lo cultísimos que podemos llegar a ser.

Bromas aparte, no hay nada como leer un libro y dejar que el libro te lea a ti. Que no te lo lea otro, que no te blanqueen.

Ya ve, Sor Austringiliana, los libros nos leen. 

María Ángeles Merino Moya

Escaparate de la librería de la Casa de la Iglesia, en Burgos, frente al Palacio Arzobispal. Veis la novela de Cercas en un rinconcito.

jueves, 5 de junio de 2025

La RAE no quiere poetas.


"Haré un poema de la pura nada" (Luis Alberto de Cuenca)

"Haré un poema de la pura nada.

Tú y yo seremos los protagonistas.

Nuestro vacío, nuestras soledades

ni un solo instante compartidas, nuestro

mortal aburrimiento, la derrota

diaria, serán cosas que se encuentren

en el poema, que no será largo,

porque todo eso cabe en unos pocos

versos, tal vez en nueve nada más,

o en diez, si cuento este que lo cierra."

(Luis Alberto de Cuenca)

Pero la RAE no quiere poetas. Dice mi hermano, Agustín Merino: 

"Quiere tejedores de filigrana, artesanía antigua para ocasionales turistas que viajan por su biblia.

Palabras y palabras.

La poesía no está en las palabras, está escondida entre los silencios que las unen y separan.

En esa bendita nada, donde nunca hubo nada se llena de poesia.

Para ser música, para ser besos, para ser lágrima, para ser mar, para ser estrella.

Para ser, no siendo nada.

La RAE no quiere modernos y mucho menos si son poetas."

(Agustín Merino)

¿Méritos? Muchos.

¿Quién entiende a la RAE? ¿Qué le pasa a la RAE?

Ya ve, Sor Austringiliana, limpia, fija y da esplendor.  

María Ángeles Merino

https://aranitacampena.blogspot.com/search/label/Cuaderno%20de%20vacaciones