Hace cinco años, como ahora: un paseo con árboles y río, más un buen libro, con sol o sin sol. Con sol mejor, como aquí, en las fotos de 2020.
Creo que el libro era la serie de Torquemada, el prestamista odioso de Galdós, yo le hubiera dicho cuatro cosas, mientras caía la tarde de octubre. Esa gente que solo vive por y para el dinero...Don Benito supo de los prestamistas, se nota.
Hace cinco años, la gente mayorcita paseaba por la Quinta, o la Isla, en mi ciudad, como ahora. Ahora ya no se guardan distancias, afortunadamente. Distancias epidemiológicas, las otras siempre se han guardado aquí y se siguen guardando.
Ya ve, Sor Austringiliana, hace cinco años. Tardes al sol de octubre. Paseo y libro. Distancia.
Como ahora.
María Ángeles Merino


Estos días de octubre son un regalo para el paseo y la lectura. Sigamos.
ResponderEliminarSiempre, seguimos.
Eliminar¡Y qué bien sientan estas tardes de otoño en que se puede aprovechar el sol!
ResponderEliminarEl sol y lo que que le acompaña. Otoño veroño.
EliminarAlguna vez he tenido la suerte de pasear el otoño en Burgos y es una delicia, pues tiene tantos árboles... y tan llenos de colorido qué merece la pena ir a esta capital qué tanto me gusta y además me encuentro con buena compañía.
ResponderEliminarAquellos años inolvidables y no para bien, pero fuimos capaces de resistir al maldito virus.
No olvidaremos aquella canción del Duo Dinámico: Resistiréeee
Besos
Otoñeaba y guardábamos distancias, ahora las distancias sob otras. Y seguimos resistiendo.
ResponderEliminarBesos