Recordáis que el domingo 28 de septiembre comenzaba el día con lluvia y yo canturreaba, de mañana, una cancion popular castellana: "Esta noche ha llovido, mañana hay barro, pobre carreterito, se habrá mojado".
Y lo acabé con un coro de mujeres, las airadas y decididas vendedoras de un mercado maño y decimonónico, que proclamaban: "Si las mujeres mandasen, si las mujeres mandasen, en vez de mandar los hombres, serían balsas de aceite los pueblos y las naciones". Lo cantaba para mis adentros.
Porque estuve en el Teatro Principal, disfrutando de la zarzuela "Gigantes y cabezudos", de Manuel Fernandez Caballero y Miguel Echegaray, con la Joven Orquesta Sinfónica de Burgos (JOSBU) dirigida por Pedro Bartolomé, con la soprano Almudena Martínez, el tenor Iosu Cabrero, el Orfeón Burgalés y la compañía de danza Expresión. Un aplauso a todos ellos, qué buen final de domingo.
Es una obra que, para mí, va unida a recuerdos de los años setenta, cuando Televisión Española, la única y la mejor, produjo una serie de zarzuelas que me acercó a este género musical, no tan "chico", para mí desconocido. Y luego sacaron a la venta "casetes", con las que aprendí de memoria algunos fragmentos y lo de "si las mujeres mandasen" se me quedó bien grabado.
Era Zaragoza en 1898, cuando se perdió Cuba, y regresaban "repatriados" soldados supervivientes de la dura guerra en el trópico, con escasísimos medios y en alpargatas. Muchos enfermos, cojos o mancos, pero vivos. Recordamos el coro: "Por fin te miro, Ebro famoso...por la patria te dejé, ay de mí, y con ansía allí pensé siempre en ti".
Las zaragozanas, gigantes y cabezudas, lo tenían claro: "Si las mujeres mandasen...no habrá más guerras odiosas, que a concluir esas guerras irían madres y esposas".
El autor del libreto, Miguel Echegaray, hermano del Nobel, parece llevarlas la contraria con la zapatiesta que arman cuando el alguacil les anuncia la subida de los "arbitrios", hay palos y no "balsas de aceite".
Las mujeres también recurren a la violencia y a las mismas "rabonas" que los hombres; pero no nos cabe duda, por lo menos a mí, que la mujer civiliza, solo hay que mirar a los países que someten y marginan a la mujer.
Bueno, sí, podemos poner ejemplos de mujeres que mandan, o han mandado, y no nos gustan nada, algunas muy cerca...Al gusto de cada uno, no voy a poner nombres.
Ya ve, Sor Austringiliana, "si las mujeres mandasen". Y Pilar, la protagonista de la zarzuela, que no puede leer la carta de su novio soldado y la engañan, se lamenta: "¿Por qué, Dios mío, no sé leer?".
María Ángeles Merino
https://atodazarzuela.blogspot.com/2014/03/gigantes-y-cabezudos-libreto.html
https://es.wikipedia.org/wiki/Gigantes_y_cabezudos_(zarzuela)
https://www.cajadeburgos.com/actividad/0505600327-gigantes-y-cabezudos-temporada-lirica/


"Si las mujeres mandasen..." Mejor sería decir "si a las mujeres las dejasen mandar" :). Siempre he dicho que un mundo dirigido (prefiero "dirigido" a "mandado") por mujeres sería más justo, más humano y menos agresivo que el que ahora padecemos. Quizás algún día...
ResponderEliminarYo estuve también viendo Gigantes y Cabezudos en al teatro Principal de Burgos. O medio viendo, pues mi butaca de platea sólo me permitió ver lo que pasaba en la mitad derecha del escenario :) Me gustó mucho esta zarzuela, de la que sales con una sonrisa en los labios por su música alegre y "jotera".
Esta tarde, ya en Madrid, voy a ver en el teatro de la Zarzuela "Pepita Jiménez". Es bastante tristona, me temo que no voy a salir tan alegre como salí en Burgos, aunque la vea a escenario completo :)
Un abrazo, María Ángeles.
Tienes razón, Diego. Debería decir: "Si a las mujeres las dejaran mandar". Tal vez algún día...
ResponderEliminarEn platea se ve malamente, es verdad, ya lo he podido comprobar, a veces no queda otra. Esta vez estuve en la segunda fila, lo vi de lujo, el sábado me hubiera tocado platea a mí también. Gigantes y cabezudos resiste muy bien el paso del tiempo. La de "Pepita Jiménez" es una buena historia, seguro que disfrutas.
Un abrazo, Diego