Sor Austringiliana me dice que todo está muy seco, que la lluvia no bendice los campos cercanos a su ciprés.
Ya verá su caridad, pronto llegarán las lluvias de otoño y los chopos lucirán colores melancólicos.
Y el Ruyales dará un empujón a ese cangrejo que siempre parece estar en el mismo sitio, frente al puente.
Ahora acompáñeme en mi paseo por la carretera, veremos las cañas como flequillos mal cortados y las huellas que las máquinas dejaron impresas en la tierra.
Llegará a tiempo y cantará las Vísperas con sus hermanas. Se alegrará su espíritu en Dios su Salvador.
Volverá a su ciprés, tras la tapia, a dormir el sueño de los siglos.
Palacios de Benaver, 11 septiembre 2015.
¿No ven sus caridades que el cielo está empedrado? Pues a las veinticuatro horas mojado, aunque sea poco.
ResponderEliminarLleva razón la seña Carmen, no hay nada mejor que el saber popular y ha podido comprobar que ya los campos están mojados. Por cierto, tiene vuestra reverencia mucha ocurrencia con esos flequillos mal cortado, refiriéndose a las cañas. Tenga cuidado no sea que la madre superiora, le vaya a poner alguna que otra penitencia.
ResponderEliminarToque de tocas.
La Sor Pardilla