Jugar al escondite con la luna.
¿Árboles o piedras?
Y la ciudad, ahí abajo, con su pobre luz.
Luz como la de la luna, pedir la luna.
No vio ningún castor en la subida al cerro.
No son de por aquí.
En el río, una nutria tal vez. Incluso un visión extranjero.
Esto es Burgos. ¿O no?
Ay, luna, luna, que te han pillado.
Y te han pintado.
¿Alguien sabe dónde?
Ya ve, Sor Austringiliana, la luna y las tontunas mañaneras.
María Ángeles Merino Moya sobre una foto de Agustín Merino.


Fotos que proceden de una ensoñación. La noche, sus misterios.
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