Después de leer los dos poemas de la entrada anterior, a Luz del Olmo se le ocurrió este haiku que aquí nos dejó:
Agua del agua,
son lágrimas vertidas
siempre en el mar.
siempre en el mar.
(Luz del Olmo)
Agustín Merino contestó:
Nunca el mar mezclará las lagrimas
Un pacto con la memoria y con los ojos que en él confiaron
(Agustín Merino)
(Agustín Merino)