Tu sí sabes, cigüeña.
Esta tarde, un poco lluviosa pero muy poco, apta para el paseo, mis pasos me han llevado a las ruinas del convento San Francisco, en la calle del mismo nombre.
Ayer me enteré, qué sorpresa, de la buena noticia: cielos, lo están cubriendo. Y me picó la curiosidad, cuántas veces he pensado que estaban esperando a que se cayera del todo. Ay, esa filigrana del rosetón esos arcos... dicen que el mismo santo de Asís estuvo allí.
Tan cerquita, años y años, siempre lo he conocido en ruinas. La cigüeña es la que más parece valorar estas piedras. Ahí arriba estaba mientras lo rodeaba, móvil en mano. Su nido aporta un gran valor añadido. Tú si sabes, cigüeña.
Ya ve, Sor Austringiliana, el valor de unas ruinas y de un nido de cigüeñas.
María Ángeles Merino
https://es.wikipedia.org/wiki/Monasterio_de_San_Francisco_(Burgos)
Las cigüeñas son esculturas aéreas.
ResponderEliminarMuy bellas. Te ha salido un buen aforismo.
ResponderEliminarCreo que ahora las cigüeñas, emigran menos, pues aquí donde vivo, han hecho sus nidos en las torretas de la luz, así que no me extraña que estas aves migratorias, hayan escogido las piedras de ese lugar ruinoso de tanta historia.
ResponderEliminarCreo que una vez me lo enseñaste.
El mundo cambia y mucho sor Austri.
Toque sin tocas
La sor Pardilla
Eligen bien las cigüeñas. No sé si te lo enseñé, espero poder enseñártelo con cigüeñas. Toque de tocas.
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