La cencellada salió a mi encuentro, en los árboles que acompañan al monumento a Cervantes, en el Paseo de la Isla.
Y era más de la una de la tarde. El del Amor y el de Júpiter conservaban el hermoso vestido escarchado de la helada mañanera, con sus puntillas.
Ya tendrán su momento de gloria las flores de color rosa fucsia, ahora a lucir blanco.
Ya ve, Sor Austringiliana, niebla congelada. De fondo, un vals de invierno. Winter waltz.
María Ángeles Merino
La cencellada es un espectáculo visual como pocos... Qué hermoso estaba Burgos.
ResponderEliminarY eso que era la una de la tarde. Un abrazo, Pedro. Felices días.
ResponderEliminarPor mi pueblo Pardilla- Burgos, lo llamamos "Carama", alguna vez he tenido la suerte de encontrármela y es algo espectacular.
ResponderEliminarEstas fotos que has hecho, dan una buena idea de a pesar del frío, lo espectacular que ha debido de ser contemplar esa cencellada del invierno en Burgos.
Besos
Un regalo del frío. Muy de ciento en viento.
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