Por fin te conozco de verdad, de verdad, pequeña Olivia; aunque el móvil me anticipara tu sonrisa y belleza de niña muy feliz. No hay color, ni fotos ni vídeos, como de lo vivo a lo pintado.
Tres años, no he podido viajar a verte, no puedo dejar sola a tu bisabuela.
Inolvidable abrazo.
Ya ve, Sor Austringiliana, qué niña más bonita, mi sobrina nieta.
Andaluza. ¡Viva Andalucia!
Mira lo que un día contė de mi querida abuela Luisa, tu tatarabuela, de Córdoba, andaluza como tú.
María Ángeles Merino