Las violetas. Esta mañana las descubrí, tras la lluvia. Ya es tiempo, donde otros años, las violetas con su querencia.
Me llevan a Gustavo Adolfo Bécquer que soñó una imposible pupila azul y unas lágrimas que se le figuraban "gotas de rocío sobre una violeta"; como otro poeta, inglés y lord para más señas, que le precedió con: "I saw thee weep".
El sevillano, olvidadizo, tal vez se preguntaba dónde vio violetas goteando rocío, rebuscó en sus cajones, aquí está. Tituló: "Imitacion a Byron". Romántico pero honrado, aunque fuera difícil que las Rimas cruzaran el Canal de la Mancha. Al César lo que es del César y al lord lo que es del lord.
Y, tal vez, pensaba en una mujer o en muchas mujeres reales. No, sino en una idea de mujer, dicen. Cosas de romántico, tardío además.
Leo junto a las violetas la Rima XIII:
"Tu pupila es azul y, cuando ríes,
el trémulo fulgor de la mañana
Tu pupila es azul y, cuando lloras,
las transparentes lágrimas en ella
Tu pupila es azul, y si en su fondo
como un punto de luz radia una idea,
me parece en el cielo de la tarde
Ya ve, Sor Austringiliana, violetas. Y pupilas azules.
Sí, ya sé que todas las pupilas son negras, tan prosaicas ellas.
María Ángeles Merino Moya
https://www.cervantesvirtual.com/portales/ver_la_poesia/709095_pupila_azul/
http://poemaseningles.blogspot.com/2007/02/lord-byron-i-saw-thee-weep.html
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