No suelo ver películas. En la televisión rara vez, algunas películas grabadas, para verlas a trozos, poco a poco, como si fueran libros.
Debe ser que perdí la costumbre hace mucho tiempo, cuando las salas eran muchas y grandes y el domingo por la tarde era para el cine. Todas fueron cerrando y nos quedamos, en Burgos, con el Van Golem, un multicine que ahora ha cumplido treinta años y se ha mantenido, con enormes dificultades, es de agradecer su supervivencia. Los de Carrefour, ni idea de lo que hay allí.
Pero, ayer, fui al cine, animada por unos comentarios de la radio. La película es "Chinas" y me gustó mucho. Expresa con arte y acierto el choque cultural y las dificultades sufridas por los emigrantes chinos, aunque lleven muchos años en nuestro país y pensemos que se han adaptado a nuestro estilo de vida. Y algunos piensen que están forrados y encantados de su suerte.
Las dos niñas chinas, también la hermana adolescente, las protagonistas, te golpean el corazón. Son tan reales, las hemos visto, todos hemos entrado alguna vez en un bazar, que no "chino". Conocemos a esos críos que hacen la tarea, y juegan quietos en la tienda, sin dar una guerra, sirviendo muchas veces de intérpretes, echando una mano.
Contiene también algo, para mí, muy importante, el esfuerzo de la escuela pública con estos niños, y adultos que aterrizan en un mundo tan distinto al suyo. Y los niños españoles que solo ven niños, amigos, nada más.
También tenemos a la niña adoptada, unos problemas opuestos que, sin embargo, se dan la mano. El amor de unos padres, con ojos rasgados o sin rasgar.
La emigración, la integración, de todos, emigrantes o no.
Anumo a verla. Ya ve, Sor Austringiliana, yo también fui emigrante.
María Ángeles Merino
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