En Burgos, se conmemora la instalación de la estatua del Cid Campeador. Hace setenta años, mi madre lo vio y me lo contaba, la colocaron con pompa y circunstancia, ante las autoridades y el general superlativo, cómo no. Y a mí me faltaban dos años para nacer, ya veis que lo cuento todo.
Y lo que son las cosas, no estuvo presente el escultor, el cual sufrió vicisitudes de todo tipo, una de ellas relacionada con el molde. Es el momento de hacerle justicia, que gane su batalla después de muerto, como dicen de Rodrigo Díaz de Vivar.
Dicen tantas cosas del Cid, hay tantos Cides y sidis por ahí, que si el del cantar, que si el de los romances, que si el histórico, que si el inventado por escritores mil, no sólo de aquí...
¿Quién era de verdad o quién nunca fue? Tuve una abuela de Riocerezo que aseguraba que el Cid era de la familia porque nos apellidamos Rodrigo. Tuve otra abuela, cordobesa, que nos contaba que el Cid nunca existió. Ay, las abuelas.
¿Héroe? ¿Caballero cristiano? ¿Soldado de fortuna? ¿Mercenario? ¿Personaje literario? ¿Personaje utilizado a conveniencia por los políticos de turno? ¿Personaje histórico? Ay, los políticos, ay la historia manoseada a veces.
Han colocado banderines, información en las estatuas cidianas del puente, esas son de otro escultor, y hoy habrá desfile.
Pero lo que está en boca de los burgaleses es lo del pollo. Sí, enfrente, donde "Garden", donde quedábamos antaño con los amigos, el cartel informa: "Aquí se va a montar un buen pollo". Al parecer, el mítico local va a ser ocupado por la cadena de fritanga que lleva el nombre del marinero que comía espinacas. Olores, humos, motos que ocuparían el espacio público, estética...Sí, se montaría un pollo y recordariamos la canción de Ramoncin. Al de Vivar, no sé si le hubiera gustado ser "el rey del pollo frito".
El Cid seguiría ahí arriba, los guías seguirían contando amenas historietas a los turistas y las imágenes de postal, aunque ya no se compren postales, mostrarían el apéndice avicola y aceitoso que le saliera un día a la mítica Plaza del Cid. Historia, historias.
¿Cómo se llamaba el escultor? Juan Cristóbal González Quesada, en el recuerdo.
Ya ve, Sor Austringiliana, la memoria y los olvidos. Y un pollo que se puede montar.
María Ángeles Merino
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