viernes, 26 de diciembre de 2025

Agua, azucarillos y aguardiente



Agua, azucarillos y aguardiente

Según avanza el engañoso tiempo, la vida baila al son que toca, que a veces gusta y otras no.

Sentimos que algunas amistades que parecían sólidas, fuertes como azucarillos de los de antes se van deshaciendo en esas aguas de lluvia que nunca dejan de caer.

Y poco a poco, vemos como se van llenando de agua por un fenómeno que llamamos capilaridad y se van desdibujando sus cúbicas aristas y se van haciendo nada.

Pero, como dice la cuantica, el vacio no existe, queda el dulzor, aunque parezca a la vista no ser nada.

Pues desde ese hermoso dulzor siempre debemos alzar nuestra copa

Y para parafrasear a nuestra castiza tradición "Agua, azucarillos y aguardiente", lo haremos con una copa de aguardiente, dejando un poco al lado al navideño Cava, pues es un brindis sin caducidad, ni en el calendario, ni en el tiempo.

Brindar y sentir el calor en la garganta y un especial brillo en la mirada.

Gracias y mis mejores deseos y un muy Feliz Año Nuevo.

Agustín Merino

26 de diciembre. Allá van las hojas del calendario.




"La Nochebuena se viene, la Nochebuena se va. Y nosotros nos iremos y no volveremos más...".

Allá van las hojas del calendario, pasó la del 25 como pasó la del 24 y ya tengo preparado el taco de 2026. 

"Resuenen con alegría los cánticos de mi tierra...". Y los de todas las tierras.

Pasado mañana, los Inocentes. Eso todos.

Voy a leer un poco. 

Feliz mañana de San Esteban, ése pensaba yo como rematador de diciembre y del año. Tal vez lo confundía con San Silvestre, soy poco de santos. Dionisio, Zósimo, Zenón y Eutimio, bonitos nombres.

"No te rindas, por favor no cedas. Aunque el frío queme, aunque el miedo muerda...aún hay vida en tus sueños."

¿Sueños? Cosas de calendario, en este caso cita de Benedetti. Hace poco leí, en una meme, que ese autor hacía subir la glucosa. Sin problemas, de momento. 

La autora que leo ahora, la Matute, es poco glucosada, pero escribe como Dios escribiría si ...fuera un escritor. 

Dice la hojita que es "día de abstinencia", día de sobras diría yo. Los catalanes hacen canelones, no es mala idea. Canalones había puesto, entre el dedo y el corrector cuántos disparates pueden pasar inadvertidos. 

Ya veis, viernes 26 de diciembre. 

Felices días a los que pasáis por este mi rinconcito. 

María Ángeles Merino Moya

jueves, 25 de diciembre de 2025

Mañana de Navidad en UBGRSO o algo así.

 


Mañana de Navidad con sol, corredores de fondo o  buscadores de chocolates con churros, o algún sitio para desayunar. 

¿En qué ciudad estoy? UBGRSO o algo así. Dislexia etílica o ganas de jugar. 

Sombras en las murallas. Sol, solito. 

Paseo con frío quietecito  en la cara, 

Algunos van de retirada, mala carucha llevan. O buena.

Una pareja joven me pregunta dónde hay un centro de urgencias para el niño que tiene mucha tos. Al PAC. 

En el camino de vuelta, me encuentro con mi sobrina y su chico. Madrugadora la 'aunt". 

No compro pan y vuelvo a casa, lo de cada día. 

María Ángeles Merino Moya

miércoles, 24 de diciembre de 2025

El sueño de los árboles y feliz Navidad.

 



Os deseo felices días a los que pasáis por mi rinconcito. 

Con el Belén de todos los años en mi casa, un tanto rústico y de Daimiel, y la foto de ayer por la  tarde. 

¿Cancion de Navidad? "Mon beau sapin", el "Tannenbaum", nuestro abeto siempre verde, el sueño de mis árboles amigos del Paseo de la Isla, la esperanza de todos. 

El sol sale cada día y llegará la primavera. La vida sigue su ciclo.

Un abrazo y gracias por estar ahí.

Ya ve, Sor Austringiliana, la Navidad.

María Ángeles Merino

lunes, 22 de diciembre de 2025

Entra el invierno y yo con mis "pedradas".

 

Ayer entró el invierno: luz, sombra y desigualdad. Y  el sol saludaba a las escasas flores, a las tres y pico de la tarde, que no se diga del solsticio.

 El taco del calendario señalaba la correspondiente fiesta litúrgica, liturgia para qué,  y el libro de la Matute a una familia decadente y sus "hijos muertos", cómo escribía aquella señora y  qué título tan triste. 

Hablaba con mi amiga de Campo Real, como cada día. Leía un poco el periódico y, como diría la reina Letizia: "cada uno con su pedrada". Aunque la pedrada real sonaba a positiva: vigilar atenta los usos gramaticales y ortográficos, propios y ajenos, "guasaps" incluidos. Deformación profesional de una periodista retirada: obsesión, manía o lo que sea. Y lo dijo en San Millan de la Cogolla, ante sesudos académicos que limpian, fijan y dan esplendor. 

Toda la vida padeci yo, y padezco, esa "pedrada", en mi modestía docente; pero no la llamaba así, consideraba las  "pedradas" como algo más bien negativo, que una piedra te diera en la cabeza y te dejara "cucu", como diría mi sobrina. O te caíste del taca taca o algo por el estilo. Hay palabras que no existen en la RAE, pero hay que ver qué bien se entienden. Pienso en mis "pedradas", en otras, aparte de ir a la caza de las tildes. 

El mundo tirita, como en el primer movimiento del Invierno de Vivaldi. Locos al este y al oeste, la crueldad ya no se disimula, "La crueldad como virtud", qué bien lo escribe Elvira Lindo, los locos instalan sus sucursales, aquí también, ya veis.

Esta mañana, los árboles del cerro presumían de vestido blanco tras la " nevadilla" nocturna, las luces navideñas todavía lucían  encendidas, lo de Extremadura y el soniquete de la lotería. Hago las fotos que luego Google agrupa como "tomas similares". Mi vida es muy "similar".

Y yo aquí cortando unas alubias verdes, el plato en mi regazo, y me puse a escribir hace ya un buen rato. Me llama mi hermano desde Oña, bromeamos, no sé si allí me darían plaza, en el psiquiátrico, si se agravasen las pedradas. Ahora una patatita y una zanahoria. El agua a hervir y adentro. Y sacaré de la cama a mamá. La televisión apagada, se la encenderé para que se entretenga. 

Cada uno con nuestras "pedradas". Pedro Álvarez de Miranda, de la RAE, escribía ayer, en El País: "Tener una pedrada". Y nos ponía buenos ejemplos, desde el texto de un nacido en 1960 al de uno nacido en 1981. Doña Letizia vino al mundo en 1972. ¿Uso característico de una generación? La que esto escribe nació en 1957, es de otra, claro. 

Ya veis, la mañana del 22 de diciembre de 2025.

 Entra el invierno yo con mis "pedradas", Sor Austringiliana.




María Ángeles Merino Moya

https://elpais.com/opinion/2025-12-21/la-crueldad-como-virtud.html

https://elpais.com/opinion/2025-12-21/tener-una-pedrada.html

viernes, 19 de diciembre de 2025

El "churro" de la Catedral de Burgos.


Cuando oigo hablar de la conveniencia de instalar, o no, en la portada de Santa María, las puertas de Antonio López, me viene a la memoria algo que, contundentemente, nos decía nuestro profesor  de Historia del Arte de sexto de bachiller, don Jesús Crespo Redondo: "el churro de la Catedral de Burgos". 

Éramos niñas de unos quince años, con los ojos clavados en la "filmina", diapositiva, y los oídos un poco escandalizados. ¿Churro? ¿Qué dice nuestro profesor, tan respetuoso, de algo tan sagrado como la cercana Catedral? 

Decía y decía muy bien, era un buen profesor que nos proporcionó líneas generales,  coordenadas para ponernos delante de una obra de arte y disfrutarla. Simples pero certeras. Gracias, don Jesús, espero que esté todavía con nosotros. Si no es así, será como una estrella apagada de la que todavía  recibimos luz. 

Volvamos al "churro", sí, la barrabasada fue en el siglo XVII y culminó en el XVIII. Dicen que estaban muy deterioradas por el agua, del viento y la dura climatología, agravada por  las casas de al lado, tan cercanas que impedían la ventilación. Era una señora portada gótica la que fue arrancada y de ella solo quedan unos dibujos, en el Claustro Bajo tenemos una maqueta que nos da una idea. 


La portada de Santa María tenía mala suerte, del gótico viajó al barroco y de ahí al neoclasicismo. El triángulo neoclásico de la portada, un pequeño frontón, ése era el "churro" que nos señalaba nuestro profesor. Fue obra de un buen arquitecto, Fernando González de Lara, que recibió la bronca y dicen que murió en la miseria. 

Y me fui a ver las puertas de Antonio López, subí por la del Sarmental y entré por otra,  admirable, maravillosa, que nunca había visto abierta: la del Claustro Alto. Un enorme pez amenaza con tragarse a toda la Humanidad. Venga, entra. 


Ya estoy en el Claustro Alto y allí leo los paneles informativos, aunque tal vez sea mejor contemplar la obra sin más y luego leer. Al fondo, en el Museo Catedralicio, han colocado las puertas. Santiago Matamoros a un lado, con su amenazante espada cortando cabezas. Y San Vicente en el epúleo, al otro,  qué dolor. Distintos estilos y no parecen sorprender a nadie. 


Oigo opiniones en uno y otro sentido.  ¿Problemas de instalación de puertas tan pesadas? ¿La opinion de ICOMOS? ¿Le quitarían a la Catedral el título de Patrimonio de la Humanidad? ¿Ochenta mil firmas? ¿Demasiado " moderno"? ¿No "pega" en el entorno gótico? ¿No gusta que haya tomado modelos de su entorno? ¿O de él mismo? ¿ No gusta que sea su jardín con membrillero? ¿Y ese cabezón? ¿No es esa la idea que tenemos de Dios Padre, la Virgen y el Niño? ¿Manejos políticos o eclesiásticos? ¿Económicos como siempre?

Entro en la obra de arte, os contaré el viaje. Me gusta, aunque la Virgen parezca una chinita y Dios esté y no esté, o precisamente por eso. Será que no entiendo, pero el arte no se entiende, dicen.







Ya ve, don Jesús, unas polémicas puertas, en la catedral de Burgos, donde se han sucedido los estilos artísticos y ahí conviven, desde los restos románicos.

Ya veis, en la portada de Santa María, Puerta Real o del Perdón. 

Mi respeto a todas las opiniones. 

María Ángeles Merino

Podéis veis el dibujo de la antigua portada aquí. 

http://elblogdesoraustringiliana.blogspot.com/2025/12/el-churro-de-la-catedral-de-burgos.html

miércoles, 10 de diciembre de 2025

¡Que os dejáis al Niño!



Esta mañana, en la Plaza del Rey San Fernando, enfrente de la Catedral de Burgos, montaban un Belén con luces. Llovía y no apetecía pararse, pero vi la cuna  solitaria en medio del chaparrón y  no me aguantaba sin advertir: "eh, que os dejáis al Niño". Los electricistas me miraban con guasa. 

No cualquier niño sino el Niño, con mayúscula. Un Niño Dios me enseñaron, un "divino niño", Jesús que se hace hombre y empieza como cualquiera, de niño chico. Jesusitos en casa, en la escuela, en todas partes; era niño como nosotros y por eso le queríamos tanto y le dábamos el corazón. Y le abrigábamos en el pesebre, qué frío, pobre. 

Y la directora del colegio nos enseñaba francés y cantaba villancicos con voz aflautada:  "Il est né le divin enfant...". Nos contaba que estudió con monjas francesas, eso sí era finura y educación. Nunca tuve claro si estudió en Francia o en las benedictinas de Palacios de Benaver, qué más daba, hubo un tiempo en que España estaba llena de colegios de monjas francesas para niñas bien, o un poco mejor. 

Los instaladores siguen con el portal, lo último será esa extraña cuna, no hay prisa y la criatura no va a llorar. Yo me voy canturreando en francés lo mismo que cantaba doña Lorenza: 

"Il est né le divin enfant
Jouez hautbois, résonnez musettes
Il est né le divin enfant
Chantons tous son avènement..."

Ya veis: ha nacido el divino niño, que suenen los oboes y resuenen las "musettes",  cantemos todos su llegada.

Cantemos para sentirnos niños. 

María Ángeles Merino