Es una foto que se
quedó pegada al cristal de la mesilla y perdió la parte de abajo.
Tiene unos
doce años, pueden ser catorce, y estoy con mi perrillo Curry.
Mi gesto es
"quiero estar aquí".
Se lo estaba diciendo a la amiga que me sacaba
la foto.
No hay edificio en Burgos que me guste más.
¿Tuvo algo que ver usted, Sor Austringiliana?
Buenas tardes, Abejita de la Vega:
ResponderEliminarMe has hecho viajar con la imaginación hasta ese lugar.
Entonces, conseguiste el trabajo deseado. Tus alumnos habrán disfrutado con tu ilusión y dedicación a la enseñanza.
Las hijas de una maestra cuando no era centro de adultos, fueron compañeras de Instituto.
En la casa de al lado vivía la directora del Grupo.
Abrazos.
Sí, ya recuerdo que la directora del Grupo vivía en la calle Sanz Pastor, pero no recordaba en qué número.
ResponderEliminarEra una calle no muy atractiva, ahora ha mejorado mucho. La escuela, la gasolinera, el garaje de Citroen, el almacén de aceitunas y el convento de las Siervas al final. Mi madre siempre me cuenta que en esta calle daba yo mis primeros paseos en cochecito, el primer sol de mi vida, es una calle soleada. Años después, cuando comencé a trabajar fuera de Burgos, le eché el ojo al Centro de Adultos,en este edificio que aún reza: "Escuelas Municipales".
Ya te contaré por qué, en mi caso, se cumplió lo de los renglones torcidos de Dios.
Un abrazo, Gelu. Gracias por visitarme en este blog que dedico a sentimientos.
Sor Austringiliana tuvo mucho que ver.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¡Qué entrañable!
ResponderEliminarBesos.