-Venus y la Luna, tan cerca aparecían, y parecían, ayer. Y en línea. Conjunción, lo llaman.
-¿Estrella del amor? No soy una estrella sino un señor planeta. Ese satélite vuestro es como tantos, un pedazo que se desgajó y se quedó dando vueltas. Yo no tengo lunas, que el Sol, tan cercano, no me lo permitió.
Y cerca, cerca, millones de vuestros kilómetros.
... O sí, para el Universo poca distancia es esa, poquita cosa somos. Fijate, humana que nos contemplas, lo poquito que eres y qué infulas de grandeza gastas.
Eso del amor ¿Qué es? ¿Una extraña y poderosa energía? Cosas de vuestras pequeñeces.
- En mi pequeñez, imaginaba palabras venusinas. Los vi, a los dos juntitos, desde la orilla del Vena.
Saqué la foto, la publiqué y busqué música. El "Claro de Luna" de Beethoven me pareció la mejor opción, creo que el gran músico expresó una historia de amor, al componerla.
Último de los clásicos, primero de los románticos, dicen, es sentimiento que se desborda. Pequeño sentimiento humano, muy grande para nuestras pequeñeces.
Conjunción. Conjunciones.
Y a ti, María Ángeles, se te nota mucho el punto didáctico. Ya ve, Sor Austringiliana.
Gracias, Menchu Negro.
María Ángeles Merino Moya