El " Bazar Medico" sigue ahí, igual igual que cuando pasaba a su lado, deprisa deprisa, camino del colegio, calle Vitoria adelante.
Abandonada hace mucho, el trozo de señora fajada resiste. Todavía me parece ver aquel material "médico" que nos daba miedo a los niños. Mirábamos aquellas jeringas con el rabillo del ojo. Una muestra fosilizada del viejo comercio, de los viejos escaparates. Las sensaciones, las positivas y también las negativas, se fosilizan también.
Ya ve, Sor Austringiliana, recorro una ciudad que ya no existe, cosas de la edad, supongo.
María Ángeles Merino
Recuerdo cuando cumpliendo un encargo de un familiar, entramos enel establecimiento una prima y yo a pedir "tapones para los oídos de cera". "No --nos contestó amablemente un dependiente bastante corpulento--, aquí solo vendemos tapones de cera para los oídos. Tendríamos unos diez años.
ResponderEliminarEra un clásico, vendían material médico y muchas cosas más. Hubo unos años en que tenían un acuario y vendían peces de colores para las peceras. Muy redicho el dependiente. Recuerdos del viejo Burgos.
ResponderEliminarTengo un ligero recuerdo de este lugar y el haber pasado por ahí, no sé si en la faja me he fijado, porque ahora resalta .....bastante.
ResponderEliminarToque sin tocas
La sor Pardilla
Resalta, seguro que lo viste.
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