El chaparrón mañanero duró poco. El cielo gris dio paso pronto al azul, salí del portal donde me había refugiado y eché a andar por la calle Laín Calvo.
La gente salía al sol como los caracoles y el suelo brillaba.
Me vino a la cabeza "Love Story", seguro que la recordáis, una novela y película de los setenta de mucho éxito. Me pilló en la primera adolescencia, era muy romántica en el sentido falso y popular de la palabra.
Una película que nos daba penita: lo primero que sabíamos es que la chica se moría, una historia de amor a lo Romeo y Julieta, con padres que se oponían y una leucemia tan mortal como el veneno.
Lo que recordaba pisando el suelo mojado de Laín Calvo era la canción: "qué bonito es que tras la lluvia del verano salga el sol y el pavimento adquiera un brillo de charol...". Un poquillo cursi pero aquí, en mi cabeza, se quedó guardada, sería por algo, ya no recuerdo por qué...
Ya ve, Sor Austringiliana, el suelo de la calle Laín Calvo pudo ser mi magdalena de Proust.
María Ángeles Merino
Me encanta la foto y se ve muy nítido el suelo de charol. Una muy buena comparación.
ResponderEliminarCreo que la película no ha dejado mucha huella en mí, pues tengo que hacer un esfuerzo de memoria para recordarla. Si que recuerdo la famosa frase de eso que "amar significa no tener nunca que pedir perdón" o algo así. Y tampoco recuerdo mucho la canción. Debe ser que en esas fechas andaba yo muy ocupada con mis dos retoños que vinieron tan seguidos, que no me daba tiempo para ensoñaciones.
Toque sin tocas
La sor Pardilla
Los recuerdos se atan a la vida que pasa. Toque de besos, Luz, Sor Pardilla.
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