Ni en una pesadilla imaginábamos esto, es que los chinos son muy raros...pero está muy lejos.
Todo queda suspendido. Me asomo golosamente a la ventana a tomar un poco de sol de abril. Huyo, cuando puedo, de las noticias del bicho y cojo un libro. No siempre es posible.
Bendita sea la luz del día.
Ya ve, Sor Austringiliana, el día a día de la primavera del coronavirus.
Bendita sea la luz del día que cada vez es más, hasta llegar el solsticio del verano que ya queda poco.
ResponderEliminar¿Sabe vuestra reverencia si también desaparecerá con esta luz el bicho ese del demonio? Recemos, recemos para que se vaya cuanto antes mejor y no vuelva por donde nosotros y otras transitamos.
Toque de tocas
La sor Pardilla.
El bicho está ahí. Tendremos que acostumbrarnos.
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