martes, 24 de junio de 2025

Pas encore. Pasa un cura.

 


Pas encore. Pasa un cura.

Todavía no, insistía, desesperado, el profesor de francés.

Pas encore. Todavía no.

Pero pasará, remató el alumno.

Perdonadme el viejo chiste. Me venía a la cabeza ayer, en el Paseo de la Audiencia, con calor y preparativos para San Pedro.

Pasaba un cura jovencillo pero a la antigua, con sombrerito y sotana impecable. Brillos de seda. 

El domingo vi otro de esa guisa. 

Aquí pasa algo. O pasará.

Ya ve, Sir Austringiliana, nuevos curas.

María Ángeles Merino



2 comentarios:

  1. Pasa un cura y si es un cura, no será nada raro. Quizás ahora no se vean tantos como hace unos años, al menos reconocibles con su sotana y sombrero de color negro, pero por Burgos siempre han pasado muchos curas. Al menos eso a mí me ha parecido.

    Creo que en mi pueblo se decía que Burgos estaba lleno de curas y militares.

    Besos

    ResponderEliminar
  2. Si es raro si el cura en cuestión va vestido como éste, como si viniera del pasado. Jovencísimo y como de película, era digno de ver, qué tela, qué corte, qué sonbrero. Y salía de un hotel, luego no era de Burgos. Integrismo, tal vez. Los de aquí, ciudad de curas y militares decían , no van así.
    Pasa algo.
    Besos

    ResponderEliminar