domingo, 17 de marzo de 2024

En el Museo de la Evolución, con un niño tartamudo y una amiga de las flores.





 El viernes, pasé el río para escuchar a Leticia Rodríguez de la Fuente, en el Museo de la Evolución. 

El día 14 había sido el aniversario del nacimiento y la muerte del muy recordado amigo Félix. Asistí, también en el MEH, a una conferencia titulada "Y los lobos le enseñaron a aullar", de Juan Manuel Ramos, un biógrafo de Félix: la historia de superación de Manolín, un niño tartamudo, rodeado de lobos y loberos en la Sierra de la Culebra. Todo empezó en el burgalés Páramo de Masa, bajo una tienda de campaña, y no hace falta explicar quién es Manolín.

Últimamente me ocurre que voy a oír hablar sobre determinado tema y encuentro algo  completamente distinto. Y al principio, escucho enfurruñada. 

Tiienes que espabilar las neuronas, María Ángeles. 

Al día siguiente, con Leticia  Rodríguez de la Fuente y "Tocar Tierra", me pasó otro tanto. Me fascinó Leticia, pero no por la obra de su padre sino por su trabajo enamorado de  cultivadora de  flores de corte "orgánicas",  en sus soledades de la  Alcarria. "La amiga de las flores" como su padre fue "el amigo de los animales", un pozano allí presente lo corroboró. 

Pienso que es bueno, de vez en cuando, dar un volantazo al pensamiento. Así lo pensaba en el puente, sobre un Arlanzón de aguas bravas, camino de casa.

Ya ve, Sor Austringiliana, un niño tartamudo y una granjera de flores. Y yo que iba a  por lobos y bichos. 

María Ángeles Merino





 


4 comentarios:

  1. Esas sorpresas tan agradables. Nunca pensamos que Rodríguez de la Fuente fuera a seguir enseñando tantos años después. No murió en Alaska, sigue vivo.

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  2. A veces te haces la idea de cómo va a ser la conferencia y lo que te encuentras es una agradable sorpresa. Me alegro que te gustara.

    Besos

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  3. Sí, mejor ir sin guión. Guión que suele ser falso. Besos.

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