Bueno, alergias aparte, expresiones aparte, nos gusta mayo con las flores.
Ayer, en su antesala de abril, en mi paseo habitual, me saludaron las flores rosas o blancas de los castaños de Indias, las glicinas violeta de un árbol que se abraza en el sentido del reloj a un muro grafiteado, los lirios amarillos que dan fe de la limpieza de las aguas del río y las margaritas que saben geometría ribeteando losas. Y muchas más.
Ya ve, Sor Austringiliana, de la lengua a la alergología y a la botánica. Ha venido mayo bienvenido sea para que los danzantes jueguen a la rueda, entre otras cosas.
María Ángeles Merino
Bienvenidas las flores de mayo.
ResponderEliminarA pesar de la alergia que cada año me visita en primavera, con el incordio de polen, me viene a la mente la reunión en el claustro de Inés, Francisca, Lucía, sor Pacífica, Filipa, Amata, sor Benvenuta, Angeluccia, Benvenuta de Diambra, Beatríz, Cecilia, Balbina, Cristiana y Cristina, todas ellas en el jardín de las rosas pequeñas, de las prímulas y de las violetas dubitativas. Hugolino de Montenero se había ido a visitar a un lisiado y antes de marchar, el arcipreste les dijo que un día la música sería inaudible.
Un saludo
Francesc Cornadó
Gracias por tu mensaje literario y metaliterario, me reuniré en el claustro con ellas. Y con Hugolino. Un saludo Francesc.
EliminarSor Austri, el mayo florido es una delicia, aunque los alérgicos, lógicamente protesten y están en su derecho.
ResponderEliminarPor aquí en su tierra y la mía, el verdor de los campos está en su apogeo, aunque la falta de lluvia, se nota y mucho en los cereales.
Toque sin tocas
Toque sin toca.
Verde y amarillo, el amarillo despierta los temores de la gente de campo.
ResponderEliminarLas flores a lo suyo, a lucir colores que poco les cuesta.
Toque sin tocas.
Se nos ha llenado el mundo de flores.
ResponderEliminarEsos versos de los mayos o mayas, que cada quisqui elija, los debemos tener grabados en el ADN los burgaleses.
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