"El escritor toma un grumo auténtico de la existencia, un nombre, una cara, una pequeña anécdota, y comienza a modificarlo una y mil veces, reemplazando los ingredientes o dándoles otra forma, como si hubiera aplicado un caleidoscopio sobre su vida y estuviera haciendo rotar indefinidamente los mismos fragmentos para construir mil figuras distintas." (Página 265 y 266)
"La narrativa es al mismo tiempo una mascarada y un camino de liberación. Por un lado, enmascara su yo más íntimo con la excusa de la historia imaginaria; o sea, disfrazas tu verdad más profunda con el ropaje multicolor de la mentira novelesca. Pero, por otro lado, conseguir que la loca de la casa fluya con total libertad no es cosa fácil..." (Página 268)
(La loca de la casa, Rosa Montero, Alfaguara, 2003)
Ya ve, Sor Austringiliana, "la loca de la casa" que decía Santa Teresa.
María Ángeles Merino
Ojalá abundasen más las locas así.
ResponderEliminarUna loca genial.
ResponderEliminarNo todos los escritores usan sus vivencias creo que tienen una muy buena imaginación.
ResponderEliminarPero sus vivencias moldean su imaginación, en todos ellos.
EliminarPues sí, sor Austringiliana, la famosa "loca de la casa", quizás no invente tanto, sino más bien desfigura a su antojo las vivencias por las que ha pasado y pasa para formar historias que luego otras personas leen o se quedan en el olvido.
ResponderEliminarToque de tocas.
La sor Pardilla
La gracia está en desfigurar con arte lo que uno lleva dentro. Toque de tocas y nos quitamos la toca, Sor Pardilla. 😘
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